El Xeneize abrió el marcador por intermedio de Facundo Roncaglia, pero la Academia lo empató por intermedio de Johan Carbonero y lo dio vuelta con el tanto de Gonzalo Piovi de penal.
Racing Club ganó la primera edición de la Supercopa Internacional en Emiratos Árabes Unidos, al imponerse sobre Boca Juniors por 2 a 1 con un penal del defensor Gonzalo Piovi en el séptimo minuto de descuento en el estadio Hazza bin Zayed de la ciudad de Al Ain.
El árbitro Fernando Rapallini, representante argentino en el Mundial Qatar 2022, sancionó la jugada decisiva por una mano en el área de Agustín Sández, que generó la airada protesta de toda la delegación Xeneize.
El partido, presenciado por el titular de la AFA, Claudio Tapia, y público de ambos equipos, incluidas las barras, parecía encaminarse a la prórroga de 30 minutos después de estar empatado desde el primer tiempo por los goles de Facundo Roncaglia y el colombiano Johan Carbonero a los 17 y 19 minutos, respectivamente.
Sin embargo, el penal cobrado por su lateral izquierdo con un potente remate al central del arco le reportó a La Academia el segundo título en la era de Fernando Gago, poco más de dos meses después de ganar el Trofeo de Campeones ante el mismo rival y con idéntico marcador en San Luis.
Racing sumó la 39° conquista desde su fundación el 25 de marzo de 1903, que significa la 15ta. copa a nivel nacional. Su vitrina también guarda 18 ligas (la mitad ganada en la era amateur), tres copas rioplatenses -también previas al profesionalismo- y tres coronas internacionales (Libertadores, Intercontinental y Supercopa).
El desenlace de la noche en el emirato premió al equipo que tuvo mayor presencia ofensiva, principalmente en la parte inicial por el buen trabajo de Maxi Morález, Nicolás Oroz y Carbonero, inteligentes para crear y aprovechar los espacios entre la línea media y defensiva de Boca.
El colombiano, después del 1-1 parcial, generó otras dos ocasiones con un remate de media distancia y una ejecución de tiro libre, ambas conjuras con buenas intervenciones de Javier García, reemplazante de Agustín Rossi.
Boca se adelantó en el marcador en una segunda jugada de pelota detenida, armada por Noberto Briasco y definida de forma soberbia por Roncaglia, quien "rompió" el arco de Gabriel Arias con una volea.
No obstante, no llegó a acomodarse al partido con la ventaja porque el equipo de Gago lo tomó mal parado en una contra y Carbonero la resolvió con lucidez, tras pase en profundidad de Moralez.
Para contrarrestar el juego de su rival, Ibarra decidió el ingreso de Exequiel Fernández al comenzar el segundo período. Con el mediocampista de gran rendimiento en Tigre la temporada pasada, Boca creció en la tenencia del balón y eso le permitió inquietar a Arias con un disparos de Benedetto y Ramírez, quienes dejaron la cancha antes que se cumpliera la media hora.
Las variantes de Racing ingresaron mejor, en especial Jonathan Gómez, quien con una habilitación entre las piernas de Sández, dejó a Carbonero cara a cara con García en una acción que no fue bien terminada en parte por la pericia del arquero para achicar.
Todo Racing lamentó esa acción acaso por intuirse como la última chance de ganar el partido en el tiempo regular, sin imaginar lo que sucedería en el tiempo agregado cuando Sández se arrojó al piso para bloquear una entrada de Gómez y tras un rebote la pelota detuvo su trayectoria por un contacto en el brazo derecho primero y la mano izquierda después.
Los jugadores y miembros del staff de Boca cuestionaron el criterio de sanción por entender que no hubo intención de cometer infracción, pero el VAR convalidó lo dispuesto por Rapallini y Piovi no dejó pasar la oportunidad de facturar y sumarle al club una nueva estrella.