La Academia venció 1-0 en el Cilindro con gol de Salas y el Millonario ahora depende de que coronen Vélez o Talleres para lograr el pase a fase de grupos de Libertadores.
Racing despidió con una sonrisa este 2024 que recordará por siempre por haber vuelto a pisar fuerte en el plano internacional, con la consagración en la Copa Sudamericana. Ante su gente en el Cilindro, jugó con dientes apretados y logró vencer por 1-0 a River, que necesitaba sumar de a tres para seguir aspirando a meterse en fase de grupos de la Copa Libertadores. Con la derrota, los de Marcelo Gallardo solo eludirán la fase previa si este domingo se consagran Vélez o Talleres.
El conjunto de Gustavo Costas arrancó más enchufado el primer tiempo y comenzó a merodear con insistencia el área rival. Empezó Maximiliano Salas exigiendo a Franco Armani y siguió una polémica en la que el Millonario se salvó del penal por un agarrón de Leandro González Pirez a Roger Martínez, mientras la pelota se iba apenas por arriba.
También, un gol local fue bien anulado vía VAR por adelantamiento de Roger Martínez, por lo que recién sobre la media hora pudo responder con algo de peligro la visita, con un disparo desviado de Claudio Echeverri.
Así, no sorprendió que a los 35 minutos se adelantara La Academia, cuando Salas cabeceó al segundo palo un córner desde la izquierda de Juan Fernando Quintero. Antes del descanso, también tuvo su tiro atragantado La Banda cuando Echeverri convertía tras un offside previo de Pablo Solari.
Gallardo no anduvo con vueltas y metió triple cambio en el entretiempo con Rodrigo Aliendro, Miguel Borja y Gonzalo Martínez reemplazando a Echeverri, Facundo Colidio y Santiago Simón. Y logró mejorar su juego, aunque no así su definición.
El Pity primero le dio trabajo a Arias y después metió una pelota en el travesaño, mientras que Solari falló por muy poco y Arias se erigió como figura ante Aliendro y otro ingresado, Franco Mastantuono.
Del otro lado, Costas sacaba a Juanfer por Martín Barrios y provocaba la bronca del colombiano.
En el tramo final, el trámite se emparejó y tuvo su chance de ampliar otro relevo, Johan Carbonero, pero se topó con Armani.
El final desató la fiesta de Racing -incluyendo despedida para Leonardo Sigali- y dejó a River recalculando en el adiós para un año de irregularidad para el olvido.