Las producciones locales se exhibirán el próximo 10 de septiembre. Se trata de los cortos "La Laguna" de Villa Itatí, "El Viejo del Arroyo" y "Al Final Gané" de la Escuela de Cine del Arroyo, producciones fruto del esfuerzo compartido de vecinos, jóvenes y niños. 



“Son la esencia de nuestras vivencias, un espejo que refleja la identidad bonaerense en su forma más auténtica. Cada fotograma de estos cortometrajes es un acto de resistencia, una reafirmación de que nuestros sueños, nuestras historias, no envejecen; se reinventan, se narran y se comparten, manteniéndose siempre vivos”, expresaron los realizadores.

El éxito de estas producciones ha sido posible gracias al trabajo colectivo y la colaboración en red, formada junto al "Festival de Soberanía Audiovisual" y el proyecto “Hacer una Escuela de Cine Comunitario” impulsado por la Fundación Comunidad Contemporánea. 



"La Laguna" es un documental que invita a explorar las historias y vivencias en torno a uno de los sectores más emblemáticos de Villa Itatí, una obra nacida de la unión de colectivos culturales, sociales y ambientales, como Wakaya, el Museo de la Memoria Popular, ACISU, OPISU, CPA Leonardo Favio.

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“En este documental, el cine se convierte en un espacio de encuentro, donde la comunidad no sólo se ve reflejada, sino también empoderada. Se crea un diálogo constante entre el presente y el futuro, entre lo que somos y lo que podemos llegar a ser, en una narrativa que fortalece el tejido social y refuerza el sentido de pertenencia”, añadieron los realizadores.



"El Viejo del Arroyo" y "Al Final Gané" son el resultado de la Escuela de Cine del Arroyo, “una iniciativa que desde 2018 ha cultivado historias que emergen del imaginario barrial de niños y jóvenes. Estas producciones, marcadas por una impronta comunitaria, nacen de talleres donde las ideas se transforman en poderosos relatos visuales. Cada historia construye un puente entre las experiencias cotidianas y una visión más amplia del mundo, revelando el potencial transformador que reside en el cine cuando es creado desde y para la comunidad”, se expresó.



“La dedicación y el compromiso de cada vecino y vecina involucrada han sido fundamentales para que nuestras voces, nuestras realidades, se presenten en un evento significativo para nuestras historias barriales. El cine comunitario, más que una forma de arte, es un vehículo de resistencia y de reafirmación cultural, una manera de contar nuestras propias historias desde nuestra perspectiva única, fortaleciendo así nuestra identidad”, expresaron los realizadores.