“Pensábamos que nos iban a prorrogar el plazo para construir la escuela, sobre todo por la crisis que hay, pero no fue así”, apuntó el directivo.
“Tenemos 300 alumnos, 6 aulas (una de cada año), pero ya no tenemos más lugar para tomar vacantes. Muchas veces tuvimos que negarnos a recibir más chicos, por falta de espacio”. 

“En una misma aula funciona Secretaría, Biblioteca, Preceptoría y la cocina de los auxiliares. Toda la parte administrativa de la escuela funciona en 25 metros cuadrados. Queremos ofrecer lo mejor para los alumnos, esto no hay lugar”, explicó López. 



“No estamos contra los clubes, pero es una lástima que ese espacio que era para una escuela pública se pierda así. Lo que más nos duele es que mientras que a nosotros nos dieron un plazo de sólo 3 años, con toda la problemática que hay en la provincia, a ellos les dieron 10 años de explotación”. 

“Hoy en día detrás del Carrefour de Ezpeleta está el espacio que iba a ser para la Escuela y que ahora fue cedido al Club Unión. Al lado construirán una escuela para perros lazarillos y en un tercer terreno está el obrador de la empresa Triviño”. 

“Hablaremos con las autoridades para buscar una solución. No sé si se pueda utilizar el espacio que ocupa el obrador, pero la idea es que la Escuela no pierda la posibilidad de, en algún momento, tener el edificio propio”. 

“Nosotros estamos abiertos a la búsqueda de soluciones y consensos, lo lamentable es que el espacio ya estaba asignado. Como directores tenemos que gestionar para que la institución tenga las mejores condiciones posibles sea ahí, que es lo que más queremos, o en el lugar que ofrezcan las autoridades. No queremos perder el espacio para la Escuela”, concluyó.