El director ejecutivo de este Parque Industrial destaca las ventajas comparativas que ofrece un polo de este tipo para las empresas que se quieren relocalizar.
(Por Leonardo Wagner*) Operar un negocio o industria en una zona urbana seguramente trae aparejado problemas relacionados con el famoso "caos urbano". Por ejemplo, los que tienen que ver con infraestructura, como el transporte, los servicios de energía, agua o Internet. Las industrias, de esta manera, se ven impedidas de crecer, producto de las denuncias por ruidos molestos, por olores, por la operación de camiones o también por el colapso de abastecimiento de servicios.
Pero hay solución a toda esta problemática y son los parques industriales, muchos de ellos puestos en valor -como el caso de La Bernalesa- a través de la re funcionalización de fábricas en desuso. De esta forma, es posible aumentarla oferta de espacio industrial en la zona de AMBA.
Con sólo hacer un simple paneo del entramado urbanístico vemos que en todos los municipios existe un número de establecimientos industriales en desuso o sub utilizados, que pueden pasar a engrosar la oferta industrial disponible de forma inmediata.
En los municipios del primer cordón urbano, no hay disponibilidad de terrenos para conformar agrupamientos industriales típicos de loteo, pero sí existe mucha infraestructura industrial o similar en desuso.
Para re aprovechar estos espacios solo hace falta una intervención sobre las fábricas de modo público/privado, sancionando la normativa que así lo autorice, convocando a los industriales locales y acordando en conjunto el modo de la intervención y el destino de la nueva oferta.
Esta intervención debe respetar el contexto urbano paisajístico minimizando toda posible contingencia ambiental y operativa, ya que detrás de cada fábrica hay una historia de vecindad que se debe conocer para que su rehabilitación resulte exitosa.
Es determinante contar con un Plan Maestro que previamente analice la disponibilidad de servicios y aproveche todas las fortalezas del edificio, para maximizar la mayor cantidad de superficie industrial para aumentar la oferta.
En la Ciudad de Quilmes, por ejemplo, se registró una potencial revitalización del patrimonio industrial cercana al medio millón de metros cuadrados, lo que equivale a nueva oferta para relocalizar industrias que hoy están en conflicto en zona residencial.
Parque Industrial La Bernalesa es un caso emblemático; una fábrica recuperada que hoy funciona como predio industrial. Son 10 hectáreas, con 19 unidades funcionales, que fue desarrollado para alojar a PyMEs del Sur del Conurbano Bonaerense.
La Bernalesa fue una hilandería que nació en los años 30 y durante 50 años albergó a más de 4 mil empleados. Resultó ser el primer polo textil de América Latina y el tercero en el mundo.
Actualmente el predio tiene ya 6 industrias instaladas y se ubica cercano a puertos y aeropuertos, con una ubicación estratégica a 16 km de C.A.B.A. por autopista. Además, cuenta con naves industriales de gran solidez facilitando a las pymes radicarse rápidamente ahorrando costos, tiempos y riesgos de producción.
(*Leonardo Wagner es presidente del departamento de Infraestructura y Parques Industriales de UIPBA,vicepresidente de la Unión Industrial de Quilmes y director ejecutivo de Parque Industrial La Bernalesa y Valot SA).