Los acosadores son de la misma edad, y pese a los intentos de la maestra por mejorar las cosas, los ataques a la niña continuaron hasta provocarle un colapso nervioso, que fue viralizado por su tía. Ocurre en Mendoza.
“No quiero ir más a la escuela, me dicen gorda”, dijo entre llanto angustiado una niña de 5 años, alumna de una escuela de Tupungato, en Mendoza. Su tía filmó con su celular el momento, y lo subió a las redes, viralizándolo. “Me tratan de gorda chancha, estoy cansada. Me tienen harta”, expresó la nena.
“¡Mi Dios! ¿Qué está pasando? No lo quería hacer público, pero basta. Ella es mi sobrina y recibe bullying todos los días en la escuela. ¡Tan sólo tiene 5 añitos! Basta de bullying. Los niños también sufren. Pónganse todos en el lugar del otro”, escribió desesperada en su Facebook la tía de la nena.
La chiquita cumplirá los 6 años el próximo 9 de mayo, y va al primer grado de la escuela Lindor Castillo, en La Arboleda, Tupungato. Es la menor de 4 hermanos y el jueves pasado llegó a un límite preocupante. La nena regresó de la escuela y lloró por horas, por lo que sus padres la llevaron al hospital, donde recomendaron suministrarle un “calmante”. Finalmente no fue necesario y volvió a casa.
“Ella sufre bullying desde jardín”, aseguró al diario La Voz de Mendoza la mamá de la niña. “No es una situación nueva, mi marido ya fue a hablar a la escuela. Pero la semana pasada volvió a llegar a casa destrozada. Grita que no quiere ir más a la escuela”.
“La maestra se ha portado bien, intenta contener la situación pero es difícil. Son 4 los niños que le hacen bullying, ya sabemos quiénes son pero yo no quiero generar más conflicto con los padres”, dijo la mujer.
Tras la grave crisis del jueves pasado, los compañeros de la nena le prepararon para el lunes una amistosa bienvenida con la intención de que la nena recupera el entusiasmo por estudiar, y jugar. “Ella no quería ir pero finalmente aceptó y fue. Los chicos le habían preparado carteles y habían llevado juguetes. Al final todos la abrazaron”, relató la mujer.
Pero el abrazo no generó en la nena el efecto deseado, sino rechazo. Si bien son pocos los acosadores, la pequeña recibe como negativo todo lo que venga desde sus compañeros.
“Ahora me citaron de urgencia en la escuela a una reunión con la directora y la maestra.Esperemos que por fin se termine el acoso hacia mi hija”, dijo esperanzada la mujer. Seguramente la chiquita requerirá de ayuda especializada para superar este tiempo de frustración.
(Fuente: Diarios La Voz y Los Andes)