Los más de 35 grados de temperatura que se registran pasado el mediodía de este domingo, hicieron que la Ribera de Quilmes estallara de gente que fue a pasar el día, y a encontrar solaz en un chapuzón en las aguas.
Ignorando la prohibición de bañarse, debido al nivel de contaminación del río, los vecinos colmaron las playas a un lado y otro del espigón del Pejerrey Club, bajo la atenta mirada del Cuerpo municipal de Guardavidas, que monitorea a los bañistas desde la línea de la costa y desde el interior del río con embarcaciones.
Según informaron a PERSPECTIVA SUR, los Guardavidas también debieron asistir a numerosos vecinos que en su mayoría tenía cortes en los pies por las botellas rotas, tanto en el pasto, como en el playa.
(Video y foto del Cuerpo de Guardavidas)