El incidente comenzó cuando un hombre vio a tres masculinos en un carro con un caballo, quienes están acusado de, minutos antes, robar a dos menores de edad. el hombre los siguió hasta la zona mencionada, donde los policías procedieron a identificarlos y requisar su carro.

En el interior del vehículo, se encontraron dos armas de fuego (revolvers calibre 32 sin municiones), una caja de herramientas y un teléfono celular marca Realme gris con funda transparente. Los elementos fueron secuestrados.

Posteriormente, los menores de edad se presentaron en el lugar junto a su tío, y denunciaron que habían sido víctimas del robo, durante el cual uno de ellos fue despojado de su celular a punta de arma de fuego. El menor reconoció el dispositivo como suyo cuando fue exhibido, y desbloqueó el teléfono frente al personal policial.

La fiscalía de turno impartió directivas para labrar actuaciones caratuladas como robo. El teléfono fue entregado al menor tras certificar que era de su propiedad, y se continúa con las investigaciones correspondientes.