Mucha bronca y silencio se vio en el plantel de Quilmes tras la eliminación del reducido en Mataderos. La derrota ante Nueva Chicago marcó otra frustración deportiva. Iván Ramírez, que ya había estado en la eliminación ante Deportivo Riestra el año pasado, habló de este nuevo golpe. El capitán cervecero lamentó que una vez más se haya escapado el objetivo.

Con mucho dolor, Iván Ramírez habló de la eliminación del reducido. El capitán de Quilmes dijo que “todavía estamos con bronca, tristeza. Era muy grande la ilusión, el equipo había generado una expectativa muy grande por lo que venía mostrando, y estábamos muy ilusionados con pasar la serie. Quedamos con mucha tristeza y bronca por cómo se dio todo, pero bueno, hay que masticar esto y asimilar el golpe. 

Queríamos ser el grupo que llevara a Quilmes a Primera División, un club grande que se lo merece, y la verdad que estamos muy tristes”. Respecto al análisis de toda la serie, el volante expresó que “en el partido de ida, en nuestra casa, fuimos ampliamente superiores, y la pelota no quiso entrar, aunque hubo mucho mérito del arquero de ellos también. 

En la revancha, no creo que hayamos sido igual de superiores que en el partido en casa, así y todo, estaba parejo, habíamos tenido algunas situaciones y el arquero de nuevo hizo un gran papel. Después el partido se desvirtuó con el gol, con las expulsiones. Pero el equipo dio la cara y estoy orgulloso de mis compañeros. Pero como dije, a la vez muy triste porque estábamos muy ilusionados con llevar a Quilmes al lugar en el que tiene que estar. Estamos con mucha bronca, no hay otras palabras”. 

Ramírez finalizó reconociendo que “el gol a los dos minutos nos sacó del partido, fue algo que no esperábamos, la verdad. Fue un error nuestro, después no vi bien las expulsiones pero también desvirtuaron el partido, y quedamos con dos hombres menos en una cancha enorme. Y así y todo el equipo dio la cara y generó algunas situaciones. Pero como dije, estábamos muy ilusionados, ahora hay que asimilar el golpe y masticar bronca, fue un golpe muy duro”.