De esta forma fue condenada por el delito de “homicidio calificado por alevosía y ensañamiento”, por haber estado junto a otra mujer (ya condenada en agosto pasado) en febrero de 2022 en horas de la tarde cuando la abuela Toledo fue sorprendida en su vivienda y le aplicaron 18 puñaladas que derivaron en su fallecimiento. Para los jurados no quedaron dudas, la ahora condenada a perpetua, ella fue una de las dos autoras del crimen.

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