Estos cargos hereditarios ya había sino removidos en 2018, pero el gobierno de Alberto Fernández los volvió a instaurar, mediante Miguel Ángel Pesce.
La medida estaba específicamente incluía en el Banco Central, la AFIP, y el Banco Nación, entre otros organismos estatales, aunque siendo estos tres los más importantes.
Al respecto, Manuel Adorni expresó: “El delirio que se está sepultando hoy es parte de la misma lógica que reinaba en la Argentina hasta el 10 de diciembre”.
"A partir de ahora, los cargos se asignarán por mérito y esfuerzo. En esta Argentina, nadie tiene sangre azul”, agregó celebrando la resolución.
El comunicado oficial
El comunicado que publicó el Ministerio de Desregulación y Modernización describe que la intención es profundizar "la estrategia de racionalización del tamaño del Estado, que ya logró el recorte del 15% de la planta del personal público y la intimación para que se jubilen sin demoras aquellos empleados que están en edad de retiro”.
“Este ilógico privilegio colocó a los empleados públicos por encima del resto de los trabajadores de la Argentina. Pero, de ahora en más, quien ocupe un puesto en el Estado será elegido solamente por su idoneidad", señala.
Luego, continúa: "Para decirlo con claridad, nunca deberían haber existido estas ventajas, porque la propia Constitución Nacional estableció en su artículo 16 que ´la Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad´”.
“En 2018, el Banco Central había eliminado esta posibilidad, pero en 2022 fue reintroducida en el estatuto de ese organismo”, se reafirmó desde la cartera de Sturzenegger, y aclaró: “Hoy en día, tanto en niveles nacional, provincial como municipal existen normas que consolidan esta herencia de cargos públicos, especialmente mediante convenios colectivos”.