La bajante anunciada por el Centro de Prevención de Crecidas del Servicio de Hidrografía Naval para el Río de la Plata, que fue menor a la esperada inicialmente, dejó como saldo un paisaje impensado en la costa de la región: la aparición de una gran cantidad de peces muertos sobre la arena.

Entre las especies encontradas, se observaron bagres, surubíes, bogas y pejerreyes. Las imágenes de esta situación se viralizaron rápidamente en las redes sociales, donde los visitantes compartieron su desconcierto.

La situación motivó una búsqueda de explicación de la autoridad del área de Ambiente de la municipalidad de Ensenada, quienes hablaron con especialistas en peces del Río de la Plata que explicaron que tiene que ver con la aparición de especies que normalmente no están en la zona y ahora sufren las consecuencias del clima.

El Centro de Prevención de Crecidas del Servicio de Hidrografía Naval informó que el Río de la Plata interior sufriría este jueves una fuerte bajante y su nivel podría ubicarse en unos 90 centímetros por debajo de los valores promedio indicados en las tablas de mareas con posibilidad de afectar el servicio de agua.

Finalmente, según el registro de la mañana, el pico máximo de la bajante se registró a las 8 y fue menor a las previsiones, por lo que a partir de esa hora comenzó a subir y se espera que en las próximas horas se normalice totalmente.

El aviso por bajante fue emitido a las 15 del martes y estaba previsto para todo el miércoles. Allí se establecía como previsión que a las 8.30 la altura del río sería de -0,50 metros, lo que implicará que en Punta Lara, por ejemplo, habrá una amplia playa que podría extenderse por más de 500 metros.

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De todos modos la bajante alcanzó para dejar al descubierto una cantidad considerable de peces muertos. Autoridades nacionales consultadas por el área de Ambiente de Ensenada explicaron la principal hipótesis sobre el fenómeno.

Las autoridades citan a especialistas de la UNLP que dan cuenta de migraciones extraordinarias de colonias de peces que por cuestiones climáticas y no tanto por cuestiones puntuales de contaminación llegan al Río de la Plata.

Esos movimientos -según esa explicación- se produjeron el año pasado posiblemente por las altas precipitaciones. La consecuencia habría sido una alta reproducción de los sábalos y otras especies que llegaron desde el Río Paraná hasta el estuario del Río de la Plata.