“Estamos ante un gobierno que proclama la libertad, y hasta su nombre es La Libertad Avanza, pero debemos reconocer que no hay libertad en cualquier lado; si hay violencia, no hay libertad, porque para que haya libertad, tienen que darse ciertas condiciones”, comenzó Raúl David Caballero en su columna semanal en el programa “Ir a Más” de Radio FAN (103.9 fm).

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“Si alguien hace lo que yo le digo, no tiene libertad. Para que haya libertad, cada uno tiene que portarse bien, es decir, tiene que hacer lo que hay que hacer y tener apego a lo que nos hace bien como familia, o como grupo. Para que haya libertad, cada uno tiene que poner su voluntad, tiene que funcionar cada uno en su rol, y como en un equipo de fútbol, cada jugador tiene que poner su intención de jugar bien y no tirarse para atrás ni jugar a desgano”.



“De manera que la libertad es muy sensible, porque las instituciones tienen que funcionar, los poderes de la república deben funcionar, pero estamos ante un Presidente que nos cuesta descifrar. A la sociedad argentina le está costando descifrar hasta qué punto sus conceptos de libertad armonizan con esto que hablo, dada la vehemencia con la que habla, la fuerza con la que habla, que lo lleva a decir cosas que resultan violentas. Y esto no juega en el equipo de la libertad”, observó Caballero.

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LEY BASES
“Ahora, con la Ley Bases está pasando esto: Ha habido un desprecio, o una vehemencia extrema contra legisladores que ahora tiene la ley en la mano, y así se ha ido dilatando su tratamiento. Porque la vehemencia no ayuda; si las pasiones van a gobernar, no hay libertad”, hizo hincapié.



“Lo que tiene que gobernar es la ley; cada uno apegándose a la ley. Cada uno haciendo lo que debe hacer; el Poder Legislativo, el Ejecutivo, cada uno apegándose a la ley. Porque si lo que va a gobernar es lo visceral, la bronca, el estado de ánimo, no hay posibilidad de que  funcione la libertad.  Por eso existe el protocolo, por eso existen las cancillerías, por eso existen los diplomáticos, por eso existe la Justicia: para que funcione la libertad. Por eso existen los abogados, los escribanos, para que funcione todo el engranaje de las instituciones que el país tiene, justamente con el propósito de que funcione la libertad. Si gobiernan las pasiones, no hay libertad”, finalizó.