La Academia venció 2-1 a Unión tras comenzar perdiendo en un dramático partido. Copetti y Johan Carbonero, los goles del equipo de Gago.
Racing transformó murmullos en aplausos, pasó de las dudas a la euforia y ganó un partido de campeonato. Sin jugar bien, pero con mucho amor propio y una gran reacción con los cambios de Fernando Gago, derrotó 2-1 a Unión en Avellaneda tras comenzar perdiendo.
De esta manera los de Avellaneda se subieron al tercer puesto aventajando por diferencia de gol a Huracán y en la próxima jornada se cruzarán con Rosario Central, nuevamente como locales.
Racing, que así sumó su tercer triunfo consecutivo, tuvo la primera jugada de peligro a los 15 minutos con un contraataque que tuvo al delantero Maximiliano Romero como protagonista, aunque perdió el mano a mano con el arquero Santigo Mele.
El local le dejó la posesión de la pelota al Tatengue, pero se mostró inteligente para recuperarla rápido y así generar varias situaciones de gol a favor.
El conjunto santafesino manejó la pelota, pero sin trascendencia y sin poder ser vertical para incomodar al arquero Matias Tagliamonte.
El arquero uruguayo Santiago Mele fue la figura de su equipo porque en cada jugada de ataque en favor de la Academia respondió de manera satisfactoria para mantener su valla invicta.
Arrancó con mayor decisión el equipo del entrenador uruguayo Gustavo Munúa con chances a favor desde el inicio del complemento que decantaron en la apertura del marcador a los cuatro minutos tras un cabezazo de Junior Marabel que se desvió en Emiliano Insúa.
El Tatengue se hizo dueño total de la pelota y del desarrollo del partido a partir de allí con buen criterio en los pases, orden y poderío ofensivo ante un equipo de Racing que se mostró desconcertado y sin ideas para revertir la supremacía inicial del rival
La falta de confianza y de juego colectivo obligó al técnico Fernando Gago a meter cuatro cambios con el objetivo de revertir el mal momento futbolístico del conjunto de Avellaneda.
Las modificaciones de Pintita le cambiaron la cara al equipo y casualmente Matias Rojas, uno de los ingresados, fue el ejecutor del centro que terminó en el empate de Enzo Copetti cuando transcurrían 27 minutos.
Sin embargo ese tanto, si bien acicateó el ánimo de los locales, no les despejó la mente y esa falta de ideas conspiró contra sus intenciones de alcanzar un triunfo impostergable, ante el murmullo de disconformismo creciente de su parcialidad.
Pero faltando cuatro minutos para cerrarse el tiempo regular apareció Carbonero por izquierda para marcar su primer tanto con la camiseta de Racing con un zurdazo bajo contra el primer palo de Mele.
Allí los murmullos canjearon por aplausos, por ilusión reforzada, y por el primer gesto de cariño para el colombiano ex Gimnasia, que había ingresado por el volante Aníbal Moreno sobre el cuarto de hora del complemento.
Por el lado de Unión, que lleva seis fechas sin ganar con cuatro derrotas y dos empates, la cuestión está complicada y los rumores sobre un final del ciclo para el entrenador uruguayo Gustavo Munúa también se encendieron con más fuerza en las últimas horas.