La primera mitad se tiñó de rojo y blanco. Los dueños de casa dominaron las acciones de juego, tuvieron mayores y más claras chances de adelantarse en el marcador, mientras que el conjunto de Ibarra se limitó a probar con pases profundo para Nicolás Orsini o a intentar sorprender desde afuera en escasas ocasiones. 

De hecho, si de sorprender desde afuera del área se habla, Gabriel Carabajal sacó a relucir su tremenda pegada. Al minuto 23, el volante desenfundó un derechazo desde lejos y colgó la pelota del ángulo superior derecho de Rossi, para que el Bicho dibuje el 1-0 parcial en la pizarra.

No obstante, todo iba a ponerse más cuesta arriba para los de la Ribera cuando al minuto 41, Gastón Verón estiró la diferencia parcial: el delantero, de cabeza, colocó la número cinco por arriba de la inmensidad de Agustín Rossi, quien se estiro, pero no pudo hacer nada para evitar que los locales se vayan al entretiempo en ventaja de dos tantos. 

Luego, ya en el complemento, el Xeneize mostró una leve mejoría, pero con más ímpetu que juego colectivo. El ingreso de Óscar Romero contrajo consigo que los visitantes unan un poco más de pases en la mitad de la cancha, pero aún así el arco rival le quedaba lejos y el peso de sus individualidades no pudieron cambiar el rumbo del partido. 

De hecho, en la segunda mitad las situaciones de gol por ambos lados mermaron con gran notoriedad, pero, aún así, los de La Paternal estuvieron más cerca de sellar la goleada que los de Boca de descontar.