
Opciones para disfrutar de un día o un fin de semana en el campo con asado y recorridas por sitios históricos y culturales, una pulpería de 1830, un bosque encantado y restaurantes de campo.
Para salir un rato de la ciudad y su locura cotidiana no hace falta irse muy lejos. A una hora de auto ya se puede disfrutar del paisaje lleno de horizonte y de praderas verdes donde pastan vacas y corren caballos.
También de restaurantes abiertos a la naturaleza, alojamientos con vista al campo y cantos de pájaros que reemplazan a las bocinas y los motores de los colectivos.
Y de
paseos por las barrancas del Paraná, caminatas a orillas de ríos o lagunas, visitas a sitios históricos y culturales y actividades de todo tipo, que van de cabalgatas o caminatas hasta golf, mountain bike, kayak, kitesurf o saltos en paracaídas.Aquí, algunas propuestas a menos de 200 km de la ciudad para escaparse a la tranquilidad del campo.
SAN PEDROEn la impactante casona que a fines del siglo XIX construyó el agrónomo francés Henry Garret en pleno casco histórico de San Pedro -la llaman El Castillo- se instaló una coqueta casa de té y decó con delicatessen, almuerzos y cenas.
Es uno de los últimos atractivos que se sumó a la oferta de esta ciudad ribereña, que aprovechó también las barrancas al río Paraná para construir un circuito de coloridas escaleras -de las Flores, de los Pescadores, de los Colores- intervenidas por más de 140 artistas y que vinculan la ciudad con el Club de Pescadores y los parques a orillas del río, sosteniendo esa unión indisoluble entre la ciudad, su entorno verde y el Paraná.

Si la escapada es en Semana Santa, un punto a visitar será el Vía Crucis, con las 14 estaciones en grandes placas en relieve que ascienden desde la costa hasta una cruz donde hay un anfiteatro con gradas.
Las antiguas construcciones del centro son atractivos de una caminata, así como la iglesia de Nuestra Señora del Socorro y el Palacio Municipal, sobre la plaza San Martín. Bien se puede comenzar el recorrido por la Peatonal del Centenario (con sus paraguas de colores) y las calles Mitre y Pellegrini. Por allí encontrará más de un lugar donde degustar el plato más tradicional de la ciudad: la ensaimada mallorquina.
A 20 km, es imperdible el Parque Histórico Vuelta de Obligado, en el sitio donde tuvo lugar la célebre batalla. Se pueden ver cañones y parte del juego de cadenas que impidieron el avance de las naves enemigas. Entre senderos para pasear y juegos para niños, el Museo Histórico Batalla de Obligado exhibe objetos utilizados en la batalla.
• Cómo llegar. De CABA son 170 km por Panamericana-Ruta 9 y ruta 1001 (primera salida luego del peaje Río Tala).AZCUÉNAGADesde que el antiguo almacén de campo Casa Terrén reabrió sus puertas transformado en el restaurante El Almacén, la vida comenzó a regresar a este pueblo del partido de San Andrés de Giles, herido desde que en 1978 dejara de pasar el tren.
Fue en esa época cuando Casa Terrén, que era el almacén más importante de la zona desde 1885 y cuya fama se había extendido varias leguas a la redonda, debió cerrar sus puertas, y mucha gente emigró en busca de mejores horizontes.
Pero ahora el panorama es otro. Sumado al corredor de “pueblos gastronómicos” de la provincia, Azcuénaga fue viendo cómo, uno a uno, abrían nuevos restaurantes y llegaban cada vez más visitantes.

En la avenida Pedro Terrén, la misma en que está el Almacén, frente a la estación, se puede encontrar un restaurante en cada cuadra. Por allí están La Porteña, Le Four y Cucina de Santo; un poco más allá, el parador Lo de Vero, y también algunos alojamientos rurales.
Nuevos emprendimientos que conviven con la Azcuénaga de antes, la de la capilla Nuestra Señora de Rosario (de 1902), la panadería La Moderna (1917), el Club Recreativo Apolo y la Escuela N° 4, de 1893.
La tardecita invita a recorrer estos lugares, así como la antigua estación de tren de dos pisos, el predio donde se hace la Fiesta Provincial de la Galleta y, a unos metros, la pista para carreras de sortijas.
• Cómo llegar. Son 108 km por Pana-mericana-Ruta 8 hasta la salida Solís y ruta 193 hacia el sur.
CAPILLA DEL SEÑOREl centro histórico de Capilla del Señor -que inicialmente se llamó Santo Cristo de la Exaltación- fue declarado en 1994 “Bien de Interés Histórico”, por su “integración con el campo contiguo, por haber perdurado los tipos arquitectónicos como consecuencia de la estabilidad de los requerimientos y las técnicas constructivas, por la adecuada y paulatina incorporación de nuevos elementos y la unidad del conjunto que hacen de Capilla un ejemplo relevante de los poblados pampeanos, y que por tal sentido adquiere relevancia nacional”.

Es uno de los pueblos que mejor conserva la impronta de otros tiempos y, por eso, recorrer el centro antiguo desde la Plaza San Martín es una delicia. En esta zona, hacia 1750, en lo que eran las cercanías de la estancia de los Casco de Mendoza, se comenzaba a desarrollar una incipiente aldea, aunque por aquí ya se habían establecido los jesuitas en 1614, por lo que Capilla del Señor es uno de los pueblos más antiguos de la provincia.
En torno a la plaza, en calles decoradas con naranjos, hay antiguas construcciones del siglo XIX y principios del XX, entre ellas la Casa Municipal (de 1904) y la Sociedad Italiana de Mutuo Socorro “Roma” y otras agrupaciones, como las sociedades Española y Cosmopolita (1888).
También hay museos como el de Arte Sacro, y en torno a la plaza San Martín hay viejos bares que bien valen un cafecito o una cerveza al atardecer.
• Cómo llegar. De Buenos Aires son 84 km por Panamericana-Ruta 8 y ruta provincial 39.