Aprovechando la convivencia preexistente en el entorno familiar, el involucrado logró obtener la confianza que había construido a lo largo de años de relación sentimental con la madre de la menor abusada. 

De esta manera se fue desarrollando un ambiente propicio para el abuso, ya que el acusado se presentó como una figura de confianza, manipulando las emociones y percepciones de la madre y la menor.



Durante los primeros años de preadolescencia de la víctima, el imputado habría llevado a cabo actos de vejación que dejaron una profunda huella en su desarrollo emocional y psicológico. Cuando la menor finalmente encontró el valor para expresar la pesadilla que había estado viviendo, su madre efectuó la denuncia ante la Justicia. 

Tras la realización de las pericias judiciales correspondientes, la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 8 Departamental Quilmes, a cargo de Bárbara Velasco, solicitó la orden de captura del imputado, la cual fue presentada al Juzgado de Garantías Nº 3 de Quilmes, a cargo de Marcelo Goldberg quien, tras evaluar las pruebas reunidas, decidió decretar la detención del victimario.

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De esta manera la investigación fue asignada a la mencionada División mediante un exhorto gestionado ante el Juzgado Nacional en lo Penal de Rogatorias, a cargo de Alejandra Mercedes Allaud, Secretaría a cargo del Dr. Bustos.



Con el total de las pruebas obtenidas y gracias a un exhaustivo operativo de inteligencia y seguimiento estratégico, los efectivos federales montaron un discreto operativo en el barrio porteño de La Paternal que concluyó con la captura del buscado en la intersección de las calles Álvarez Jonte y Punta Arenas.

El sujeto argentino mayor de edad quedó a disposición del magistrado interventor, en la causa caratulada como "abuso sexual agravado".