“La incorporación de Educación Vial en las escuelas desde temprana edad puede contribuir significativamente a la disminución de la siniestralidad, ya que no se centra solamente en el conocimiento de normas y señales de tránsito, sino también en la promoción de valores como el respeto, la responsabilidad y la solidaridad”, señaló la senadora Ahumada.

El proyecto establece que el Poder Ejecutivo designará una autoridad responsable para la implementación de la ley. La misma, deberá desarrollar contenidos curriculares obligatorios y transversales, adaptados a cada nivel educativo, y garantizar la incorporación de temas teóricos y prácticos de Educación Vial en los ámbitos educativos.

“Se busca no solo que los estudiantes comprendan las normas de tránsito, sino que asimilen una visión ética que los forme como ciudadanos conscientes de sus responsabilidades. Se trata de una inversión en la construcción de una ciudadanía comprometida con la seguridad y el bienestar de la comunidad, que respeta el espacio público y asume un rol activo en la prevención”, destacó Ahumada.

De acuerdo al texto, la implementación de la ley se plantea de forma gradual y progresiva, con un plazo de 180 días para que se desarrolle un plan de acción detallado. Además, el proyecto faculta al Poder Ejecutivo y a la autoridad de aplicación para celebrar convenios de cooperación con entidades públicas y privadas que favorezcan el pleno ejercicio de la educación vial.

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Según el último informe publicado por la Dirección Nacional de Observatorio Vial, el 26,19% de los siniestros y el 30,92% de los fallecidos en situaciones viales del país corresponden a la provincia de Buenos Aires, donde ocurrieron 954 accidentes fatales y 1.351 muertes. “Estos números evidencian la necesidad urgente de implementar medidas preventivas y de concientización que, desde edades tempranas, fomenten una cultura vial sólida en los futuros conductores y peatones”, resaltó la senadora PRO.

“Al formar a los estudiantes en materia de respeto y cumplimiento de las normas de tránsito es de esperarse una disminución significativa de siniestros viales, lo cual mejoraría los niveles de convivencia ciudadana ya que fomentaríamos en los educados valores de respeto y responsabilidad, de manera tal que éstos adquirirán conocimientos y habilidades que les permitirán ser usuarios responsables de las vías públicas, ya sea como peatones, ciclistas o conductores”, concluyó Ahumada.