El legislador es el autor de un proyecto que propone prohibir la utilización de teléfonos celulares en las escuelas, salvo que el docente lo requiera para alguna tarea pedagógica. 

En diálogo con el programa “Ir a Más” que se emite por Radio FAN (103.9 fm), Santalla señaló que “actualmente se está debatiendo en varios lugares del mundo el impacto negativo que tiene en la salud mental de los niños y adolescentes el uso irrestricto de los dispositivos digitales, y de plataformas como las redes sociales que están desarrolladas para generar adicción en los pibes”.

“Lo venimos hablando con neurólogos, con psicólogos, con pediatras, con docentes, y todos coinciden en que este era un problema que ya estaba, pero con la pandemia llegó a niveles alarmantes”. 

“Baste mencionar que los chicos de entre 7 y 16 años hoy representan el 30% del mercado de teléfonos inteligentes en la Argentina, cuando la etapa de madurez tecnológica se da a partir de los 16 años. Sin embargo, hoy en muchas familias el papá o la mamá le están poniendo una tablet o un celular a su bebé cuando aún está en la cuna, por desconocimiento. No saben los riesgos que esto trae en la motricidad, en el retraso en el habla, los trastornos de ansiedad. Por eso el proyecto es una buena excusa para empezar a discutir esto en la familia, más allá del problema en las escuelas”, advirtió el legislador bonaerense.



AULAS
“La escuela tiene que ser un lugar de desconexión del dispositivo digital, sobre todo en las escuelas primarias, en la primera infancia y en la preadolescencia. Doy un ejemplo para generar conciencia: si un chico agarra un cuchillo y se lastima, no culpamos al niño sino al papá o la mamá por haber dejado un cuchillo a su alcance; lo mismo con un encendedor o cualquier medicamento. Por esto mismo apelamos a la responsabilidad de los padres, para que no pongan un dispositivo digital en la mano de los chicos tempranamente”, expresó Santalla.

MIRÁ TAMBIÉN:
La Plata: Sujeto entró armado a un local que alquila haciendo un boquete e hizo destrozos

“Tengamos en cuenta que cuando el niño empieza a sentir la satisfacción que le genera jugar en un celular, después ya no vuelve a los juguetes tradicionales, que son los que les provocan crecimiento porque requieren mayor cantidad de concentración, de paciencia, de creatividad”.

“El proyecto está hoy en la comisión de Niñez en el Senado, y vino un neurólogo y una psicóloga a hablar del tema, y nos comentaron la cantidad de chicos que atienden con problemas de motricidad, porque los niños desarrollan sus habilidades motoras jugando, agarrando objetos, juguetes, aprenden mientras juegan. Pero si reemplazás ese juego por una pantalla, tiene consecuencias concretas en los chicos”, señaló.

“Muchas veces los padres confunden las cosas y dicen ‘mi hijo es un genio: mirá cómo maneja el celular’. Pero confunden el manejo que puede tener con la capacidad que tiene su cerebro de decodificar los riesgos que tiene lo que está mirando. Hoy está mucho más claro el impacto negativo que tiene sobre el aprendizaje, y especialmente sobre la educación”.

“Un informe de la UNESCO del año pasado midió, después de la pandemia, las consecuencias de utilizar tecnología en las escuelas. Y todos los resultados son negativos. Por eso nosotros planteamos que esté prohibido el uso de celulares en las escuelas, salvo que el docente lo requiera para uso pedagógico. Porque una cosa es que use el celular en el aula para un trabajo en particular, y otra cosa que el chico esté conectado en el recreo o cuando la maestra está dando clase”, finalizó Santalla.