Según su testimonio ante la Comisaría Cuarta de Berazategui, en Hudson, el hombre ha sido piloto durante tres décadas y en 2021 recibió la aeronave accidentada, un Robinson Marin Modelo R22, como regalo de su instructor.

Explicó que despegó desde un campo en Florencio Varela con destino a Berazategui para visitar a unos amigos dedicados a la reparación de helicópteros en un taller ubicado en la calle 119. Sin embargo, durante el vuelo, experimentó un fallo en el motor que lo obligó a realizar maniobras para aterrizar, lo que resultó en el vuelco de la nave en un área descampada entre el Río de la Plata, la calle 63 y el límite con Ensenada, dentro de la jurisdicción de Hudson.

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Afortunadamente, el hombre no sufrió heridas y pudo salir ileso del accidente. Además, tomó medidas para prevenir una posible explosión, desconectando las mangueras de combustible, una acción que coincide con las observaciones de la Policía en la escena.

Después del incidente, caminó durante casi dos horas hasta llegar a la calle 63, donde llamó a un amigo para que lo rescatara. Luego de ser recogido, se retiró del lugar. Horas más tarde, se comunicó con la Junta Nacional de Siniestros para informar sobre el aterrizaje forzoso.

A pesar de su testimonio, las autoridades judiciales continuarán investigando el caso a la espera del informe de los peritos sobre la aeronave.