El intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, formalizó la apertura de un nuevo establecimiento destinado a la atención integral de las infancias en calle 919 A, entre Chascomús y Pergamino, barrio El Rocío.
“Es un espacio proyectado para niños de 45 días a 4 años de edad, erigido con calidad en su edificación”, afirmó el Alcalde con “la firme convicción de respaldar a la educación como eje en la gestión”.
El Jefe distrital dijo que “es una iniciativa pensada en función de la dinámica familiar: padres, madres en el trabajo, sus pequeños al cuidado de profesionales”.
El titular del Ejecutivo local consideró a la política “como una herramienta transformadora, al servicio de la ciudadanía, con hechos concretos. En este caso, es a partir de la escolarización de los chicos desde sus primeros pasos”.
La directora provincial de Unidades de Desarrollo Infantil, Natalia Lima, ratificó “poner como prioridad a la niñez en la agenda gubernamental”. Calificó al CDI como “un lugar de amor, con la comunidad misma y el Estado en el territorio”.
La secretaria de Desarrollo Social, Laura Vivas, apreció “la labor conjunta e interdisciplinaria entre la Municipalidad en articulación con Nación y Provincia: sin esa coordinación era imposible obtener este resultado”.
Por último, el responsable de Obras, Servicios Públicos, Ambiente y Planificación Urbana, Diego Trejo, explicó las características de un edificio con “planta baja en 300 m2, con 35 m2 semi cubiertos; tecnología mixta en su construcción que generó sitios muy lindos desde el punto de vista morfológico, apropiados desde la perspectiva lúdica”.
Además de enumerar los salones como lactario, deambulatorio, sanitarios diferenciados, administración, cocina, patios, el funcionario remarcó la existencia de “un sector de juegos en el remanente del predio para los chicos del barrio”.
Tras contemplar las diversas salas, una vecina -Beatriz- precisó: “Hacía mucha falta una institución así”. Con su residencia situada en frente, sintió “seguridad”. “Evaluábamos inscripciones en otras zonas, pero cuando nos enteramos que abría, no lo dudamos”, narró.
Liz eligió mudarse a la región en 2020. Quiso acercarse para observar cada detalle. “Me sentí muy contenta por mi bebé. Genial que pusieron salitas para dos, era difícil conseguir vacante”, aclaró la mujer que pidió “cuidar este ámbito tan lindo”.
El financiamiento partió del convenio específico suscripto entre la secretaría de Obras Públicas de la Nación con la Comuna mediante el Programa de Infraestructura de Centros de Desarrollo Infantil. El inmueble fue diagramado con grupos de 20 o 30 estudiantes, divididos en dos turnos, con una matrícula total estipulada para 90 chiquitos.