
Como muchos, Sebastián tiene dos empleos. Oriundo de la localidad matancera de Ramos Mejía, estudió, se recibió y hoy ejerce como médico psiquiatra en el Hospital de Morón. Sin embargo, en sus ratos libres y con clientes fijos, recorre las calles vendiendo café en termos.
La historia de Sebastián Libera comienza en 2004, cuando empezó a estudiar Medicina y trabajaba junto a su padre, que era despachante de aduana. Jorge, el cafetero, pasaba todos los días ofreciendo una taza a los empleados. Hablando con él, y “de a poquito”, Sebastián encontró la manera de “mechar” las horas de estudio y de cursada con un trabajo que lo apasionaba.
En sus mejores épocas, relató en Radio Universidad, llegó a preparar hasta 15 termos diarios. Ya en su cuarto año de carrera universitaria, divagó entre especializarse en Nutrición, Cardiología y hasta Dermatología, pero, finalmente, eligió Psiquiatría. Para ese momento, comenzó a trabajar en un kiosco y se vio obligado a dejar el oficio del café por razones de tiempos.
Sin embargo, transitar por el barrio vendiendo café era una pasión que se “hacía difícil dejar de sentir”. “Había algo que me impulsaba a levantarme temprano y salir a recorrer las calles con la gente que conocía y conozco desde hace muchos años. Era un placer importante”, compartió el psiquiatra.
Atravesado por esta idea, eligió continuar con la actividad y mantiene muchos clientes que ya son amigos. Por eso eligió escribir “El Psiquiatra Cafetero”, un libro que narra su historia, desde la decisión de estudiar y recibirse, aun con el peso de las responsabilidades, hasta diálogos con clientes que lo marcaron.
“El Psiquiatra Cafetero es un pedacito de mi historia”, reflexionó Sebastián, y manifestó: “Mi pensamiento, y el deseo que me motivó a escribir, es transmitir a los demás mi experiencia. Yo creo que en la vida siempre habrá obstáculos, pero poniendo esfuerzo, sacrificio y tiempo las cosas se van desarrollando a su debido momento. Hay que darle mucha importancia a lo que uno siente y quiere, y que ese proyecto sea el que le dé sentido a la vida”.
(Fuente: InfoGEI)