El conjunto de Fernando Gago comenzó con un protagonismo muy marcado, aunque fallaba en la zona de creación y se diluía en los últimos metros. Por eso sorprendió cuando los de Diego Dabove mostraron las garras y llegaron a fondo a los 24: el siempre peligroso Juan Gauto apiló por izquierda -Leonardo Sigali terminó en el piso- y asistió a Nicolás Cordero, quien definió con un disparo hermoso al segundo palo.

Pero cuando todo parecía en orden el VAR invitó a Darío Herrera a revisar la jugada: en el inicio, Gabriel Gudiño había acomodado una pelota con el antebrazo. El juez pareció reparar más en ello que en el hecho de que luego tocaron el balón los locales Facundo Mura y Aníbal Moreno. ¿Debía considerar que la mano fue parte de la misma jugada? Después de largos minutos, el árbitro anuló la acción.

Sin embargo, ese gol fallido marcó un antes y un después. Los de Gago, lejos de aprovechar la segunda oportunidad que les brindaba la noche, se volvieron mucho más dubitativos ante el crecimiento de un Globo que ya se sabía peligroso. Gauto, por caso, volvió a amenazar antes del descanso.

Pero al minuto del complemento, Racing encontró lo que el período inicial le había negado: la contundencia. Moreno habilitó hacia su derecha a Matías Rojas quien, afuera del área, se acomodó y sacó un sablazo que rozó en un defensor y se metió alto y a la derecha de Lucas Chaves. El arco abierto para el local fue acompañado con un momento de estancamiento visitante, y a los 10 Gabriel Hauche aumentó de taco en las narices de Chaves tras un córner y un descargo de Moreno.

Los Quemeros recién pudieron reaccionar a los 25, cuando nuevamente se enchufó Gauto por la izquierda y asistió con un centro a Cordero por derecha quien, ahora sí, se sacó la espina con un cabezazo bombeado al segundo palo. no obstante, a los de Parque Patricios les costó volver a generar y, con sus importantes relevos, Gago logró neutralizar el desarrollo y mantener la ventaja sin sobresaltos.