Del análisis de cámaras de seguridad particulares realizado en los investigadores en el lugar de los hechos, surgió que había una tercera persona, que parecía estar herida de bala ya que caminaba con mucha dificultad, y escapó del lugar.
Los dos heridos fueron trasladados de urgencia al hospital de Quilmes en muy grave estado y fueron sometidos a respectivas operaciones Uno de ellos, de 24 años fue quien murió poco después debido a las lesiones de bala que sufrió en la zona abdominal, mientras que el otro, un adolescente de 15, permanece internado en terapia intensiva también con dos impactos en el abdomen, detallaron las fuentes.
En el lugar de los hallazgos, la policía secuestró la moto, una Guerrero 150cc que luego se estableció había sido robada esa misma madrugada de una vivienda situada en la calle Varela al 1000, de Quilmes. Al secuestrar la moto, los pesquisas encontraron un proyectil calibre 9 milímetros que se cree impactó contra el rodado cuando el tirador baleó a los jóvenes que iban a bordo. En tanto, a unos metros, se hallaron dos revólveres calibre 22 con la numeración suprimida, uno de los cuales en apariencia no funciona y otro que tenía tres proyectiles intactos y uno percutado.
A raíz de la gravedad de los hechos, efectivos de la seccional Primera de Quilmes y de Prefectura Naval, junto con el fiscal del caso, hicieron una recorrida por la zona y analizaron las imágenes tomadas por distintas cámaras particulares. Así establecieron que los jóvenes debieron haber sido baleados en un trayecto de 700 metros entre que se los ve andar en la moto hasta que se los capta caídos y heridos.
No obstante, en la recorrida realizada por los detectives no se logró encontrar ni una sola vaina servida a pesar de que el tirador realizó al menos seis disparos -dos contra el fallecido, otros dos contra el adolescente herido, uno contra la moto y al menos uno más contra quien huyó- ni dar con un solo testigo que admitiera haber escuchado detonaciones en plena madrugada.
”Por el calibre del proyectil que se encontró y la puntería de quien disparó, una posibilidad es que se trate de algún miembro de una fuerza de seguridad. Es muy común que haya gente que salga en defensa en este tipo de delitos con un raid criminal”, confió a Télam un vocero del caso.
Además de intentar dar con el tirador, para lo cual el fiscal Saizar dispuso diversas medidas, los pesquisas procuraban localizar al tercer sospechoso herido, que por el momento no pudo ser encontrado en ningún centro asistencial de la zona.
En base a dichos de testigos, y porque además conoce a uno de los baleados y vive en la misma zona, los investigadores sospechan que puede tratarse de un joven de 20 años, que estuvo involucrado en otras cusas criminales, entre ellas en la del crimen del estudiante Lucas Cancino cometido el año pasado en Ezpeleta, por el que finalmente fue sobreseído, agregaron los informantes.
(Fuentes: La Nación y Télam)