El nerviosismo y ansiedad que transmite el pueblo Cervecero es más que entendible. Son años esperando un día como el de hoy y es por eso que la hinchada copará (con las pocas entradas que otorgó la AFA) el Cilindro de Avellaneda para alentar al club de sus amores.

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Cientos de hinchas se reunieron en la Plaza de Rodolfo López y A.del Valle donde entre cánticos, baneras flameando al aire y un clima bien de final, llegaban los micros que trasladarán a los hinchas hacia Avellaneda. 

Otro grupo de hinchas se dio cita frente a la sede histórica del QAC, con sus micros y banderas, y se dirigieron por la calle Guido hacia la autopista al ritmo de los bocinazos que contagiaban a todos los automovilistas locales a su paso. Por avenida Mitre, desde Ezpeleta, se sumaban los rezagados a la columna fervorosa de hinchas cerveceros. 

La esperanza está intacta y Quilmes juega hoy la chance que tanto tiempo estaba esperando.