Siempre tuve una gran cualidad y es el no haber perdido la gratitud. Sintetizando, hablo del reconocimiento hacia esos seres que en algún momento de la vida nos reconfortaron con sus actitudes de grandeza. En esta oportunidad deseo hacer una breve introducción:

A principios del mes de Agosto del corriente año tuve la sensación de estar cerca de la muerte. El cuadro comenzó cuando haciendo la fila en una ferretería sentí un escalofrió en la espalda, seguido de una presunta lipotimia. Inmediatamente caminé a pasos acelerados y llegué a mi auto que se encontraba a unos metros. Una vez adentro sentí morir, no tenía fuerzas ni aire. Cuando pude retomar mi conciencia luego de 2 horas manejé prudentemente hasta llegar a casa.

Inmediatamente me subió la fiebre a 39 y tomé un ibuprofeno. La fiebre bajó, pero pasadas las horas repito el cuadro. Mi flia. preocupada consultó al 148 y me indicaron una placa de tórax e inmediatamente me hicieron un hisopado de covid 19. A los 4 días tuve el resultado (POSITIVO). A raíz del cuadro casi me internan.

Inmediatamente se comunica conmigo quien dirige el Hospital Sub Zonal Materno Infantil Doctor Eduardo Oller de Solano, el Dr. José Manuel Pepe y me tranquiliza ofreciéndome, antes de una internación, un tratamiento en casa a base de antibióticos y Tafirol para bajar la fiebre. A los 2 días mi estado de salud mejoraba aceleradamente.

Paralelamente, todos los días me llamaba desde el municipio para controlarme, la Dra. Natalia Bartak, a quien también deseo agradecerle la paz y tranquilidad que ayudó para mi pronta recuperación. A estos médicos nombrados públicamente a través de esta humilde nota decirles, gracias por tanto amor y dedicación, porque el amor cura más que el mejor medicamento.

María A. Querol Visconti (DNI 92.031.48)