Quilmes trabajó este martes por la mañana en el campo auxiliar, donde hizo tareas físicas y técnicas. Sin embargo, la novedad no pasó por la actividad en el campo de juego sino en el marcado de pases.

En primer lugar, el entrenamiento tuvo una cara nueva. Se trató del arquero Matías Budiño, de 25 años, que hizo Inferiores en Boca Juniors, pasó por Sportivo Dock Sud y que llega a préstamo por un año proveniente de Excursionistas. El guardameta, que tiene opción de compra por el 80 por ciento del pase valuada en 50 mil dólares, ya se sumó a las prácticas, es el quinto refuerzo y viene a pelear el puesto con Esteban Glellel.

Quien no estuvo en el entrenamiento pero sí en el Estadio Centenario, donde firmó su contrato la sexta incorporación, fue el delantero Facundo Pons. El punta de 25 años llegó a préstamo de Arsenal de Sarandí hasta diciembre de este año, sin opción de compra. Este miércoles se sumará a las prácticas. La dirigencia, mientras tanto, acelera ahora en la búsqueda de otro atacante, de un volante central y de un marcador central.

En cuanto a la actividad, el plantel cervecero se entrenó desde las 9.30 y a puertas cerradas en el campo auxiliar del Estadio Centenario, donde se realizaron tareas técnicas. Primero se hicieron ejercicios de fuerza preventiva, en un circuito de pesas, saltos a vallas y en cajones, trineos y slalom entre estacas.

Luego se realizaron toques de pelota en grupos, seguidos de un trabajo de duelos en cinco canchas a la vez, donde se enfrentaban dos contra dos. Finalmente se hicieron ejercicios de definición. El único jugador que trabajó diferenciado fue Matías Fernández, que padece un traumatismo en la rodilla derecha y se entrenó en el gimnasio.

Quilmes volverá a trabajar este miércoles por la mañana, desde las 9.30 y a puertas cerradas en el campo auxiliar, donde se harían tareas técnicas y tácticas.