De este modo, la dependencia dejó el famoso chalet del centro de la ciudad, ubicado en la esquina de Allison Bell y Garibaldi, donde funcionó durante la dictadura militar lo que luego se conoció como el “Pozo de Quilmes”, trasladándose a Quilmes Oeste.

Se trata de un moderno edificio recién construido y especialmente destinado a la tarea de los más de cien hombres y mujeres que integran la DDI, destinados a la investigación de los casos criminales más complejos de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Cuenta con todos los adelantos tecnológicos requeridos, comodidades y climatización central para todas las oficinas. 



CALABOZOS
Como elemento central de esta nueva sede se destaca la disponibilidad de 16 celdas, que cumplen con todas las normas de seguridad requeridas en la actualidad. Esto representa una gran ventaja para el trabajo de los detectives, puesto que en el viejo edificio desde hacía tres años no contaban con sector de calabozos, puesto que habían sido cedidos a la Dirección Provincial por la Memoria. 

Los efectivos debían suplir esta falencia trasladando a los detenidos a las DDIs de otros partidos, lo cual generaba pérdidas de tiempo y gastos extras, por ejemplo, en combustible. Esto, sumado a las mejoras en los elementos de trabajo para los numerarios, significa un incentivo para un mejor desarrollo de la tarea investigativa.