Los agentes de Tránsito estuvieron apostados en los principales centros de nocturnidad de la ciudad. Durante el la noche del sábado y madrugada del domingo controlaron documentación de los rodados interceptados y practicaron los tests con pipeta a los conductores, con el objetivo de prevenir accidentes de tránsito relacionados al consumo de alcohol.



Resultó preocupante la cantidad de alcoholemias positivas detectadas a automovilistas, pese a que afirmaban no haber tomado nada o haberlo hecho con moderación. En el cruce de avenida Brandsen y Lavalle, por ejemplo, el conductor intentó evadir el puesto de control y debió ser interceptado por la Policía más adelante, en A. Hipólito Yrigoyen y Alem. Tenía 1,80 gramos por litro de alcohol en sangre, sobre el límite permitido de 0,5. 



Una situación similar se dio en la avenida 12 de Octubre y Calchaquí, donde interceptaron a otro con 1,43 g/l de alcohol en sangre. Pero el caso de mayor gravedad en cuanto al estado de ebriedad del automovilista se dio en el cruce de las avenidas Guido y Mitre, en el centro de la ciudad, donde el hombre resultó con una alcoholemia positiva de 1,93 g/l. En todos los casos los vehículos fueron demorados y acarreados por la grúa municipal.