Quilmes continúa transitando por una de las semanas más exigentes de la pretemporada de verano, con vistas a la segunda mitad del campeonato 2018/2019 de la Primera "B" Nacional. Ayer los jugadores trabajaron en doble turno, al igual que lo habían hecho el pasado lunes. Marcelo Olivera sigue sin presentarse a trabajar porque quiere firmar su primer contrato. La dirigencia no negociará por teléfono.
El plantel cervecero se entrenó ayer en doble turno, el segundo de esta exigente semana de pretemporada. Ambos se realizaron en el campo auxiliar del Estadio Centenario a puertas cerradas. El trabajo matutino comenzó a las 9, con ejercicios físicos para entrar en calor, en un circuito de coordinación y velocidad, con saltos a vallas y slalom entre conos y estacas. Posteriormente se realizó un trabajo técnico con el plantel dividido en dos grupos. En una mitad de la cancha y bajo las órdenes del entrenador Leonardo Lemos, los defensores realizaron ejercicios de rechazos y salida. En la otra mitad, los delanteros y volantes trabajaron con el ayudante de campo Matías Neto en el aspecto ofensivo, con ejercicios de definición y cabezazos hacia el arco en el que se turnaban los cuatro arqueros (Marcos Ledesma, Emanuel Bilbao, Alan Ferreyra y Esteban Glellel). Todo terminó con elongación sobre colchonetas. El grupo de los defensores estuvo a Matías Barrientos, Juan Larrea, Raúl Lozano, Braian Lluy, Agustín Bindella, Rodrigo Mieres, Martín Ortega, Elías Barraza, Santiago Hardaman, Marcelo Cardozo, Alan Alegre y David Ledesma. El otro grupo, el de los delanteros y volantes, contó con Tomás Verón Lupi, Gastón Pinedo, Augusto Max, Mauro Bellone, Tomás Blanco, Facundo Bruera, Brandon Obregón, Justo Giani, Franco Niell, Camilo Machado, Juan Altamiranda, Cristian Zabala y José Luis Valdez. Matías Noble hizo sólo una parte del trabajo y luego lo dejó por un traumatismo leve en el pie derecho. 
De manera diferenciada se entrenaron, con ejercicios físicos en el gimnasio del estadio, Juan Imbert (entorsis en el tobillo derecho) y Tomás López (operado de los ligamentos de la rodilla derecha). Además también trabajaron en el gimnasio Eric Ramírez y Nicolás Ortiz, que no son tenidos en cuenta por el DT Leonardo Lemos. 

Todavía no se negocia con Olivera
Luego del entrenamiento matutino, los jugadores almorzaron y descansaron en la Villa Centenario. Por la tarde, desde las 17, comenzó el segundo turno en el anexo, de nuevo con una entrada en calor física. Posteriormente se hizo un trabajo táctico de posicionamiento en la cancha uno, entre dos equipos mezclados (sin titulares ni suplentes), que ensayaron tenencia de pelota, coberturas, pases entre líneas, centros y definición
Otra vez trabajaron aparte Juan Imbert y Tomás López. Tras la práctica, los jugadores cenaron y quedaron concentrados en la Villa Centenario.
Sigue sin presentarse a entrenar Marcelo Olivera, el delantero categoría 99 que no se sumó a la pretemporada porque pretende que se le haga firmar primer contrato (todavía es futbolista amateur). La dirigencia le dijo que para negociar el tema debe presentarse en el Estadio Centenario y que no se hablará vía telefónica ni por mensajes. 
Quilmes volverá a entrenarse hoy por la mañana, desde las 9 y a puertas cerradas en el campo auxiliar, donde se harán tareas tácticas. Por la tarde el plantel tendrá libre. Mañana se trabajará nuevamente en doble turno al igual que el viernes. El sábado la práctica será sólo matutina y el domingo el plantel tendrá descanso.

Sigue la "espera" por los refuerzos
Los dirigencia de Quilmes sigue esperando para poder avanzar en la búsqueda del segundo refuerzo que le permite traer el reglamento para el semestre que se viene (ya incorporó a Franco Niell). Desde el club se busca un volante ofensivo o un delantero de área, pero todos los jugadores que son sondeados piden un compás de espera o directamente rechazan la oferta, ya que esperan ofrecimientos de Primera División. Por ello y teniendo en cuenta que la Superliga comienza una semana antes que la B Nacional, los directivos tomaron la decisión de esperar a que los clubes de la máxima categoría terminen de incorporar y así, los que se queden sin esa chance, puedan estar disponibles para recibir el llamado del Cervecero. Triste pero real.