Detrás del interno 407 se formó una cola de al menos dos cuadras, que llegaba hasta Alvear y Alsina. Los automovilistas no podían rodearlo, puesto que había vehículos estacionados de ambas manos y tampoco tomar calles alternativas. Los bocinazos comenzaron a escucharse y los conductores bajaban para ver qué ocurría. 



Tras más de 10 minutos de espera, algunos comenzaron a perder la paciencia. Mientras una mujer se quejaba desesperada porque tenía que llegar a Florencio Varela por una urgencia y no sabía cuanto iba a estar parada, otro conductor tomó la decisión de tomar la peatonal Rivadavia, aprovechando que su auto se encontraba justo en la intersección. 



SOLUCIÓN
Para evitar que otros lo siguieran, efectivos de la Policía Local comenzaron a dirigir el tránsito indicando a los automovilistas que fueran marcha atrás hasta la calle Alsina y desde allí rodearan la zona. Hubo quejas de los conductores, pero acataron el pedido cuidadosamente, sin ocasionar ningún daño. 



Fueron varios los minutos en los que, cuidadosamente, uno por uno fueron saliendo por dicha arteria en sentido a la avenida Hipólito Yrigoyen hasta que se liberó la calle cerrada. El colectivo, entre tanto, fue removido luego de unos 40 minutos y se normalizó la circulación.