Según trascendió por fuentes policiales, el dueño de la moto Honda la había dejado estacionada cuando los adolescentes se la llevaron en cuestión de un minuto. Tras darse a la fuga, los sindicados habrían intentado cometer robos y hurtos a transeúntes bajo la modalidad conocida como “motochorros”, sin conseguir su cometido. 

Una de las víctimas dio aviso a los oficiales a bordo de una patrulla y brindó la descripción física de los sospechosos. Con estos datos realizaron un rastrillaje por los alrededores hasta dar con ellos en la intersección de las calles Solís y Alvear. Estos intentaron escapar de los uniformados a toda velocidad, pero fueron interceptados por los policías a los pocos metros. 

Si bien la moto aún no tenía el pedido de secuestro activo, los jóvenes carecían de la documentación del rodado, por lo que en forma preventiva fueron trasladados a la Comisaría Primera de Quilmes. Una vez en la Dependencia fueron reconocidos por la víctima del robo, que por entonces estaba radicando la denuncia. Por tal motivo ambos quedaron imputados por “robo agravado”, pero la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 2 restituyó al menor a sus padres debido a su condición.