Que los tiempos cambiaron todos lo sabemos, pero quizá desconocemos hechos puntuales que han sucedido en nuestro querido Bernal, o como se vivía tiempo atrás.
UNA BALLENA Antes no era común la viralización de una noticia como hoy, pero remóntense a los meses de julio, agosto del año 1906 -se cree-.
Una gran ballena es encontrada en la arena de la ribera bernalense. Muchas conjeturas se tejieron entonces al respecto, fue la comidilla de cuanto negocio o reunión hubiere en el pago... "que la trajo el viento del sur", "que se perdió de la manada", "que estaba enferma y vino acá a morir", "que una fuerte corriente submarina"...
El hecho da cuenta de que el animal, arrastrado en la arena y muerto, fue descuartizado, se sacó de él cuanto producto se pudo, y el resto quedo ahí como una noticia, inmóvil, vulnerado, con mucha gente caminando sobre él con cuchillos, serruchos, facones, todos sacando algún recuerdo o producto del cetáceo.
Se dio aviso a la policía y autoridades de Buenos Aires y La Plata, de donde llegaron funcionarios, periodistas, estudiosos (algunos improvisados), imagínense ver tamaño animal de más de 15 metros y 20 toneladas en la playa de un río y en esa época, animal nunca visto por muchos de los concurrentes.
Por entonces alguien sugirió embalsamarla y exponerla en algún museo, pero ya era tarde, en días de la misma quedó solo la cola y la cabeza, ya que el resto, entre la gente y los animales carroñeros se llevaron todo.
EL SILENCIOAllá por 1900, en Bernal la soledad nocturna era tenebrosa y misteriosa a la vez...
El silencio nocturno y helado en invierno, solo podía ser alterado por dos cosas: el ladrido de algún perro en la lejanía de alguna casona vacacional, o el paso del tren carguero.
LA ILUMINACIÓNLas lámparas a kerosene iluminaban muy tímidamente el interior de las pocas casas, provocando alguna sombra exterior que asustaba al paso del que se le animaba a la noche, era muy usual que el paisano se acerque a las zonas de barrancas, sobre todo en luna llena, como mirando al Río, a veces se juntaban varios a payar con una fogata, hasta bailes se animaban...
Desde el 1920 en adelante, las lámparas a kerosene fueron desapareciendo en las casonas más suntuosas o negocios, dándole entrada al uso de gas a carburo, pero el tanque que se usaba para tal fin, se lo ponía al exterior, en parques o jardines.
EL FRÍOLas heladas eran tales, que a veces el sol tardaba horas en disolverlas, el manto blanco rugía ante cada paso nocturno, que sumado a las sombras y silencios daban aspecto fantasmal.
Era común ver los vagones del tren con hilos de hielo colgando. Las escarchadas de antes eran tan imponentes y fuertes que rajaban hasta las cañerías de agua de las pocas casas, que mayormente se arrastraban exteriormente y ni hablar de algún molino de viento que también lo sufría.
El frío y las lluvias eran tales, que hasta dejaban intransitables los caminos, a punto tal que por ejemplo la zona más transitada era la actual San Martín, en las otras calles se formaban grandes pantanos y el paso de los carros no hacían más que profundizarlos aún más, hasta a veces provocando la muerte de los animales, ahogándose en los mismos.
Un gran pantano, aunque no lo crean, estaba en lo que hoy es la esquina de Belgrano y Castro Barros, el mas duro después del "Tropezon de Bernal", donde era común abandonar los bueyes o caballos quedando sopapeados hasta la muerte, a veces carneados antes de morir, o rescatados para la venta por algún paisano avivado por la situación.