El ritual previo al sueño, la rutina de horarios, las comidas... Te enseñamos todos los factores que debés tener en cuenta para que tu bebé duerma plácidamente toda la noche.
(Por el Dr. Gonzalo Pin) Dormir es algo que el bebé debe aprender poco a poco desde que nace. Lo ideal es que los elementos que use para hacerlo no precisen nuestra intervención y que lo que el pequeño asocia al sueño (el chupete, un peluche...) continúe a su lado cuando despierte.
CLAVES PARA DORMIR BIEN1. El ritual previo al sueño ha de ser placentero y predecibleEsta rutina debería empezar desde el nacimiento y resulta de máxima importancia al llegar al año de edad.
2. El entorno debe ser tranquilo y oscuroEl sueño implica un cambio de actividad del cerebro que se ve favorecido por un ambiente relajante.
3. Los horarios debe ser regularesConviene acostar y levantar al pequeño todos los días aproximadamente a la misma hora y evitar las siestas tardías o de más de dos horas.
4. La temperatura de su habitación ha de ser confortable (entre 18 y 22 grados)El exceso de calor o de frío propicia el despertar nocturno.
5. El ruido ambientalDebería ser mínimo durante la noche; por el día, sin embargo conviene que el bebé se acostumbre a hacer sus siestas con el jaleo habitual del hogar.
6. El hambre es un punto claveTan malo es acostarle hambriento (se despertará enseguida) como sobrealimentado, pues con ello obligamos a su estómago a trabajar durante la noche en lugar de descansar. Además, el exceso de líquido puede interrumpir el sueño.
7. Debe dormirse soloEl bebé debe aprender a conciliar el sueño sin ayuda de sus padres. Si estamos a su lado hasta que se duerma, reclamará nuestra presencia cada vez que se despierte de noche.
8. Evitar los juegos movidos a la nocheLas actividades que impliquen una actividad física vigorosa que puedan ponerle nervioso deben evitarse en las dos horas previas al sueño.
9. No ofrecerle bebidas excitantesPor la misma razón, hay que abstenerse de ofrecerle bebidas estimulantes, como el chocolate o las gaseosas con colas.
10. Calma cuando hay despertares nocturnosNo perdamos los nervios si el niño nos desvela. Necesita que le tranquilicemos. Puede que tenga pesadillas, y si nos enojamos, solo logramos que se agite más.