La protesta estuvo dirigida principalmente contra los comensales de locales de comida rápida, generando momentos tensos y cruces con los presentes.

En imágenes que se viralizaron rápidamente, se puede observar a varios de los manifestantes con sus rostros cubiertos, mientras increpaban a los clientes con gritos de “asesinos” y frases como “Dejen a los animales en paz”. Su intervención fue recibida con reprobaciones por parte de algunas personas que estaban allí.
 
El shopping, que estaba repleto por las compras de fin de año, fue el escenario de este episodio que no solo provocó incomodidad, sino también un intenso debate entre quienes presenciaron el reclamo y los activistas.