El caso salió a la luz el domingo pasado cuando la mujer ingresó a un hospital con signos evidentes de haber dado a luz recientemente. El bebé, envuelto en una toalla, ya había fallecido. Ante la gravedad del cuadro, el personal médico notificó a las autoridades.

Durante un allanamiento en el domicilio de la acusada, la Policía secuestró elementos clave para la investigación, como una placenta, un trozo de cordón umbilical, cuchillos, ropa ensangrentada y un celular.

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Tras una audiencia, la mujer fue imputada por homicidio calificado por el vínculo y por alevosía. Según el abogado defensor, su clienta podría haber atravesado un cuadro de "psicosis puerperal".

La acusada, que estudiaba enfermería, permanece detenida en el hospital San Roque, donde recibe asistencia psicológica y psiquiátrica.

El caso continúa siendo investigado por la Justicia.