¿Hasta dónde el Estado está dispuesto a entrometerse en la educación sexual de los niños y adolescentes sin la aprobación de los padres? Cuando se sobrepasa el límite del pudor, de la privacidad de la desnudez, es raro, ¿no?
El fundador de PERSPECTIVA SUR, Raúl David Caballero, expresó su honda extrañeza por la decisión del gobierno bonaerense de impulsar la lectura en escuelas secundarias de literatura con escenas de sexo explícito. En la columna semanal que lleva adelante en el
programa “Ir a Más” en Radio FAN (103.9 fm), el periodista abordó la polémica que se ha desatado sobre el contenido de la literatura que impulsa la Dirección General de Cultura y Educación provincial, que preside Alberto Sileoni.
“Me llama la atención la vocación que muestra el gobierno de la provincia en llevar la Educación Sexual Integral a estos extremos”.“Me cuesta pensar que mis nietos estuviesen en una clase junto a sus compañeros, conversando y leyendo un libro que describe con todo detalle una relación sexual explícita, sin ningún pudor; niños y niñas que se encuentren al son de la lectura de la maestra, recorriendo contados de la intimidad humana”.
“Me cuesta pensar una situación semejante, que trasciende al educador, a los
niños que están estudiando en la escuela y que son llevados a una lectura de este tipo. Incluso pienso en los padres, los familiares, escuchando
que tu nieto o tu hijo te cuente o te lea algo así. Es fuerte”, agregó Caballero.
“Seguramente e
n la ducha de tu casa, vos tenés puesto un vidrio polarizado o cortinas; y cuando te metés en el baño mantenés las puertas cerradas. Son todas precauciones familiares para preservar la desnudez, porque la desnudez forma parte del mundo privado de las personas, que debe ser cuidado, compartido con muy poca gente”.“Recuerdo que mi mamá nos bañaba en un tacho de latón, y el escándalo que yo hacía si una hermana entraba a la habitación del baño, porque
el tema de la desnudez es una cosa muy delicada para toda la raza humana. Fijate que
somos los únicos seres vivos que reaccionamos con pudor ante la desnudez; los perros no se visten, el gato tampoco, y una vaca no se inmuta si le tocan sus ubres para ordeñarla; sin embargo, para el humano la desnudez, la intimidad es una cosa muy distinta”.
“Imaginemos una clase en que a la vez hay 25, 30 chicos hablando de un asunto tan privado como una relación sexual…
No me gustaría estar en la piel de los papás, a los que el Estado se les ha entrometido en su casa, dándole a sus hijos una información que el papá seguramente no eligió darle; eso no lo puedo entender".
"Pienso en
el profesional de la educación que está enseñando geografía, matemáticas, y que de repente tiene que abordar la descripción de una relación sexual explícita… Y después tiene que volver a la matemática… Es muy raro”, finalizó Caballero.