El viernes pasado desde las redes sociales del Quilmes Atlético Club, la institución había anunciado que ponía sus instalaciones a disposición (el Estadio Centenario y la sede social de Guido y Paz) para colaborar en la lucha contra la expansión del virus COVID-19. El sábado ya dio el primer paso en este aspecto: el Ejército Argentino instaló una base de operaciones en el estadio para trabajar contra la pandemia.

La noticia fue tan trascendente que llegó rápidamente a los medios nacionales. El Quilmes Atlético Club se convirtió este fin de semana en el primero de nuestro país en poner sus instalaciones efectivamente a disposición para trabajar en la lucha contra la expansión de Coronavirus. ¿De qué manera? Tanto en el estadio como en la Villa Centenario, el Ejército Argentino montó una base de operaciones desde la que se realizan distintas acciones para colaborar con los ciudadanos de nuestra ciudad en el combate contra la pandemia. La propia institución lo comunicó desde sus distintas redes sociales: "El Estadio Centenario ya funciona como centro de logística para fuerzas de seguridad destinadas a operativos por el COVID-19. Dirigentes y autoridades municipales recibieron al Ejército Argentino quien llevará a cabo tareas preventivas en todo el distrito. La jefa distrital Mayra Mendoza junto al Secretario de Salud Jonatan Konfino, en el Estadio Centenario". Quilmes fue contactado por las fuerzas de seguridad y ahora las instalaciones funcionan de "base" para el Ejército Argentino, que tendrá grandes responsabilidades en este momento. Las tareas de las fuerzas en estos días serán variadas: asistir comedores, repartir alimentos en las zonas más necesitadas, controlar que no haya tránsito en las calles y realizar controles vehiculares.
Cabe recordar que además de esto, Quilmes sigue con sus puertas abiertas para todos aquellos que necesiten guarecerse en esta cuarentena obligatoria y que se encuentren en situación de calle o de emergencia. Para ello están a disposición habitaciones de la Villa Centenario, en caso de que alguien lo requiera. 

LOS JUGADORES CONTINUAN CON SUS RUTINAS
Mientras tanto y en medio de su aislamiento, los jugadores de Quilmes trabajan por su cuenta siguiendo las rutinas de entrenamientos que les ha otorgado días atrás el entrenador Facundo Sava y el preparador físico Santiago Montanari. Cabe recordar que el pasado jueves en el Estadio Centenario, el plantel se reunió en tres grupos y recibió las planificaciones y los pasos a seguir para esta cuarentena obligatoria y para que los futbolistas no pierdan su forma. Asimismo, se otorgó un plan diferenciado para los que se recuperan de distintas lesiones, es decir, Mariano Pavone (desgarro grado uno en el recto anterior derecho), Camilo Machado (desgarro en el recto anterior izquierdo), Francisco Ilarregui (desgarro en el bíceps femoral derecho), Alan Alegre (esguince en el tobillo derecho) y Matías Fernández (traumatismo cérvico dorsal).

EL TEMA ECONOMICO POR AHORA NO PREOCUPA
Otro aspecto que por el momento ha quedado de lado es el económico. El Quilmes Atlético Club, antes del inicio de la cuarentena, le abonó los sueldos al plantel y empleados, para que queden prácticamente al día. Sin embargo en el fútbol, desde ahora hasta el final de la temporada (cuando se terminan varios de los contratos) quedan cuatro meses de sueldo por pagar (los jugadores cobraron febrero, por lo que restan marzo, abril, mayo y junio). De esos cuatro, la televisión pagaría con seguridad el mes de marzo (a mediados de abril), con lo que sería otro mes cubierto. Sin embargo, si la cuarentena se extiende más allá de abril, y los torneos no se reanudan (como muchos lo creen posible), para mayo comenzarían los primeros problemas acerca de cómo afrontar los haberes de futbolistas y trabajadores de la institución. En clubes de Europa, donde la situación con el coronavirus es mucho más grave, se está dialogando con los futbolistas acerca de rebajas en sus salarios, no sólo para poder afrontar los pagos de los mismos, sino también para poder abonar los sueldos de los que menos ganan. Para llegar a esa instancia, en nuestro país todavía falta mucho, aunque no hay que descartarlo_