Es uno de los jugadores de Quilmes en los que había mucha expectativa depositada y no pudo rendir como se esperaba. Martín Prost lo sabe pero considera que hay una razón para ello. El atacante afirmó que lo trajeron al club como segundo punta y que le tocó jugar de "nueve". Además aseguró que no quiere quedarse "a robarle la plata al club" y que buscará nuevas opciones.
Martín Prost habló acerca de su chance de dejar Quilmes. El delantero cervecero dijo que "sé que no pude rendir lo esperado. Pero la realidad es que cuando a mí me trajeron fue como segundo punta, después se cayeron las llegadas de (Mauro) Matos, de (Denis) Stracqualursi, de varios nueves que estaban como para venir. Y terminé yo asumiendo un rol que no era el mío. Yo no soy un delantero de un metro noventa, si me la tirás por arriba me mandás al muere, entonces se me hizo difícil, sobre todo ponerme de cara al arco porque estaba siempre de espaldas. Por eso me costó tanto". 

- ¿No esperabas tener que cumplir esa función cuando se inició el campeonato?
- No, porque cuando me llamó Leo (Leonardo Lemos) íbamos a jugar 4-4-2 y eso pasó poco. En la mayor parte del torneo se jugó con un solo punta, y cuando pasa eso, vos tenés que hacerlo con un tipo grandote, que la aguante. Yo más que el esfuerzo de intentarlo no puedo hacer, porque me siento cómodo con un nueve al lado. Por eso fui mermando en mi juego. Por eso el técnico tuvo que cambiar, y le tocó a Facu (Facundo Bruera), que lo hizo muy bien, un chico joven que tiene mucho para aprender. Cuando me tocó salir nunca fui a manifestarle la inquietud al técnico, simplemente seguí trabajando con la mejor cara porque este es un grupo. Sentí que hubo partidos en los que podría haber entrado y aportado alguna solución, pero bueno, son decisiones. 

- ¿Estas razones son las que hacen replantear tu continuidad en el club?
- Seguro, la realidad es que a mí me tocó jugar de nueve y obviamente no pude mostrar mi mejor versión, la dirigencia lo sabe y también el manager Diego Colotto. Hubo factores que me jugaron en contra. No quiero ser una piedra en el zapato, y no puedo quedarme para estar en el banco y robarle la plata al club, no me nace. Sé que a mi edad es difícil conseguir un contrato como el que tengo, y podría quedarme, pero va en contra de mis principios. Si yo veo que no estoy funcionando y que las cosas no se están dando, tengo que dar un paso al costado, buscar otra opción y dejarle al club que busque otra alternativa. Hay momentos en los que hay que ser sabio y saber cuándo irte. Prefiero irme bien del club ahora y no dentro de seis meses con algún problema.