Efectivos de la Comisaría Quinta de Quilmes Oeste, a cargo del comisario Rolando Flores, detuvieron a dos sujetos sindicados como cabezas de una banda dedicada a la comercialización de estupefacientes. Uno de ellos resultó ser padre de una oficial de la Policía Bonaerense, y se escudaría en ello para mantenerse impune.
La investigación se inicio a raíz de una denuncia anónima que daba cuenta de que en el interior de la villa conocida como “Finexcort” o “Springfield”, ubicada en inmediaciones de las calles Montevideo y 168, un sujeto despachaba drogas sin importar el horario. El personal de investigaciones de la Seccional comenzó a realizar tareas de encubierto y vigilancias, logrando recolectar las pruebas necesarias para la identificación de los integrantes de la gavilla.
Según establecieron los pesquisas, los cabecillas de la banda narco -de alrededor de 45 años- contrataban a sujetos para que le oficien como satélites o soldados a los cuales pagaban con drogas. Estos estaban encargados de dar aviso cuando los móviles policiales circulaban por la zona.
La Fiscalía Nº 20 de Quilmes expidió cuatro órdenes de allanamientos en el interior del barrio de emergencia que fueron realizadas de manera simultánea con el apoyo del Grupo GAD, Policía Local y Comando de Patrullas. En los domicilios arrestaron a los ahora imputados, secuestrándose en su poder 231 dosis de cocaína fraccionadas, una carabina calibre 22 milímetros, más de 13.000 pesos en efectivo y cuatro teléfonos celulares con información de interés para la causa.
ESCLARECIMIENTOFuentes judiciales informaron que el principal investigado resultó ser el padre de una oficial de la Policía de la provincia de Buenos Aires, por lo que según los vecinos “llevaba adelante las operaciones ilegales creyendo tener impunidad”. Los arrestados quedaron alojados en la Comisaría Quinta, acusados por “tenencia de estupefacientes para su comercialización”.
