El hallazgo se produjo en una vivienda ubicada en las calles 411A y 453, cuando un amigo fue a visitar a la víctima, identificada como Gabriel Ramón Ávila (46), ya que desde hacía varios días había dejado de contestarle los mensajes vía celular. El hombre se contactó con el hermano de Ávila, quien vive en una casa lindera y, al observar las puertas de la vivienda cerradas, colocó una escalera para asomarse desde allí a una ventana. 

Entonces vieron el cuerpo, acostado en una cama y encintado. De inmediato dieron aviso al 911 y, una vez presentes en el lugar los efectivos policiales, se contactaron con el fiscal Carlos Riera, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 Descentralizada de Berazategui, perteneciente al Departamento Judicial de Quilmes, quien autorizó el ingreso a la finca.

En esas circunstancias, al subir a la planta alta encontraron a Ávila y constataron que estaba muerto y acostado en una cama de una plaza, atado de pies y manos con cinta de embalaje, y con manchas de sangre en distintos sectores del piso. De acuerdo a las fuentes, la víctima era investigada en una causa iniciada por la UFI 20 de Quilmes desde agosto pasado por venta al menudeo de estupefacientes.

HIPÓTESIS
Los mismos voceros indicaron que a la vivienda donde fue hallado asesinado Ávila acudían constantemente hombres y mujeres, al parecer para adquirir sustancias. Éste habría tenido inconvenientes previos con estas personas, por lo que los investigadores sostienen que el crimen pudo cometerse en el marco de un ajuste de cuentas vinculadas a la mencionada actividad ilícita.

En tanto, por orden del fiscal Riera se preservó la vivienda para realizar las pericias correspondiente y decidió trasladar el cuerpo a la morgue judicial para realizar la autopsia correspondiente y poder determinar las circunstancias de la muerte. 


(Fuente: Dario26)