El establecimiento educativo, ubicado en la calle Ricardo Rojas y República de Cuba, había sido violentado el viernes de la semana pasada. En dicha oportunidad los delincuentes hicieron destrozos en el sector de biblioteca y en los salones nuevos construidos recientemente, además de llevarse gran cantidad de utensilios de cocina y elementos didácticos que son de uso habitual de los alumnos. 

Sin embargo, entonces no pudieron entrar a la sala de Dirección, puesto que tenía alarma. “Esta vez parece que tuvieron más tiempo para planearlo y nos cortaron la luz para desactivar la alarma”, señaló Cecilia Navarro, bibliotecaria de la Escuela. De este modo pudieron hacerse de un botín mucho más importante, provocando una gran pérdida para la institución. 



“Se llevaron las netbooks, la computadora de la escuela, ventiladores y estufas, además de reventar las puertas y hacer destrozos. Entraron a cocina de primaria y se robaron todo: mercadería, utensilios, ollas y cucharones de Primaria, que son las que utilizamos para darles de comer a los chicos. La semana pasada se llevaron mucho y ahora el resto, no quedó casi nada”, lamentó la integrante del plantel educativo. 

PARA LOS CHICOS
“Esto nos da mucha bronca, impotencia, tristeza, porque todo lo que está acá es de los chicos. Nada es nuestro. Hay muchas cosas que con mucho esfuerzo y sacrificio se han ido comprando y es para los chicos, pero aún así no lo respetan”, indicó. 

El Consejo Escolar acudió al establecimiento tras recibir la denuncia e inició los trabajos de reparación de lo destruido en los hechos vandálicos. Sin embargo, desde la escuela no pudieron confirmar si podrán reponer lo robado. “No sé como haremos para reemplazar lo que se llevaron. Ojalá el Consejo o el Municipio nos puedan dar una mano”, expresó Cecilia.