El empresario textil quilmeño Marco Meloni está haciendo todo lo posible para evitar despidos, a pesar del derrumbe de sus ventas, las tasas de interés de más del 70 por ciento y el fuerte aumento de las tarifas de servicios. No obstante, debió reducir las horas de producción, lo que generó una importante caída en los salarios.
Como muchos pequeños empresarios, Meloni –que además es vicepresidente de Industriales Pymes Argentina (IPA)- emplea a 105 trabajadores, y se ha visto atrapado por la situación. Las ventas de su planta de Quilmes se redujeron en casi un tercio el año pasado, debido a la profunda recesión de la economía argentina. Despedir a sus empleados no es una opción factible, ya que el costo de las indemnizaciones sería muy alto y podría llevar a su empresa a la quiebra.
"No fue una tormenta", dijo Meloni en referencia a la descripción que suele utilizar el Presidente para describir la crisis económica. "Fue un tsunami. El tsunami mata", sostuvo.
Meloni explicó que la planta, que produce telas, solía operar 24 horas al día de lunes a sábado. Sin embargo, ahora opera solamente 16 horas por día, cinco días a la semana. Como muchos otros empresarios, Melino adelantó las vacaciones de sus empleados con la esperanza de que cuando el verano termine en marzo, la demanda aumente.
RECUPERACIÓNEn el mismo sentido, funcionarios del Gobierno nacional auguran una recuperación económica hacia el segundo trimestre del año. Las pymes locales, mientras tanto, esperan que por fin se concreten los pronósticos para poder sostener su producción y brindarle a sus empleados mejores condiciones laborales.
(Fuente: Reuters)
