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BALANCE
12/12/2018
Quilmes se fue a las vacaciones con unos números que asustan
Quilmes se fue a las vacaciones con unos números que asustan
Con el final de la primera parte del campeonato de la Primera "B" Nacional es necesario hacer un balance de lo que viene siendo el torneo para El Cervecero. Si bien todavía queda mucho por recorrer, los números preocupan.
Quilmes terminó la primera mitad del torneo con apenas 11 unidades y antepenúltimo en la tabla de posiciones. Además está en zona de descenso. Si parecía que el pobre campeonato de la temporada pasada no se podía empeorar, por ahora la realidad indica lo contrario. Un repaso a los números de este semestre y a la comparación con el torneo anterior, en el que Quilmes se salvó del descenso en la última fecha.
El Cervecero finalizó la primera etapa del campeonato de la Primera "B" Nacional. Lo hizo con 11 puntos, con trece fechas disputadas, producto de sólo dos triunfos, cinco empates y seis derrotas. Esto lo dejó en el puesto 23º de los veinticinco equipos, con sólo Brown de Puerto Madryn y Los Andes por debajo en la tabla de posiciones. Y en la de promedios, en zona de descenso junto a Los Andes (ambos con 1,162), por lo que si el torneo terminase hoy debería jugarse un desempate, ya que desciende un solo club por zona (Metropolitana e Interior). El equipo terminó con apenas 10 goles a favor y 15 en contra. ¿Cómo se llegó a estos pobres números?
Hasta la séptima fecha, el equipo parecía que podía tener chances de pelear, al menos desde los resultados (no tanto del juego). Con el DT Marcelo Fuentes, si bien Quilmes nunca llegó a mostrar una identidad de juego, debutó con derrota ante Rafaela como visitante, pero le ganó a Los Andes en casa en la segunda jornada. Después cayó afuera con Central Córdoba de Santiago del Estero y perdió el invicto de local al caer con Almagro. Cuando empezaba a crecer la preocupación, le ganó a Platense en Vicente López. Luego empataría en el Centenario con Gimnasia de Mendoza y en Campana con Dálmine. Hasta ahí, había dudas pero no alarma. Luego llegarían dos derrotas al hilo, de local con Agropecuario, y la goleada en Sarandí con Arsenal, lo que marcó el final del ciclo Fuentes (más allá de que se fue por un tema extra futbolístico, los números no lo avalaban como para seguir). Leonardo Lemos debutó con derrota en casa ante Defensores de Belgrano. Después se dedicó a trabajar en lo defensivo, a pulir su idea, y consiguió los tres empates consecutivos con los que se fue el año: en Jujuy ante Gimnasia, de local con Santamarina de Tandil y el domingo pasado en Córdoba con Instituto. 

UN DESAFIO DURO POR DELANTE
Lo cierto es que la primera etapa del torneo, en comparación con la del año pasado (que a esta altura ya había tenido tres entrenadores: Lucas Nardi, Lemos como interino y Mario Sciacqua), es peor en los números, aunque no lo parezca. El año pasado Quilmes llegó al receso con doce fechas jugadas, una menos que ahora, y así y todo tenía más puntos: 14, contra 11 de ahora. En el promedio estaba complicado pero no tanto, aunque dividía por una sola temporada. Había ganado tres partidos (uno más que ahora) y perdido cuatro (dos menos). Así y todo había preocupación, que se terminó justificando cuando El Cervecero se salvó del descenso por un punto en la última fecha. La proyección ahora no pareciera ser mucho más alentadora. 
En el torneo pasado, el último en ingresar al reducido hizo 35 puntos. Si en el semestre que viene se da algo similar, a Quilmes le estarían faltando 24 unidades, que las tendría que sumar en once partidos (porque todavía le resta quedar libre), es decir, 24 puntos de 33 (alrededor del 75 por ciento de los puntos), un promedio de efectividad que en el torneo pasado no lo consiguió ni siquiera el campeón Aldosivi. Con esta proyección, la clasificación de Quilmes al reducido es prácticamente imposible, más allá de que hoy esté a sólo siete puntos del último clasificado. 

A HACER CUENTAS
El objetivo real del Cervecero pasará claramente por otro lado: evitar el descenso a la Primera "B" Metropolitana. Por segundo año consecutivo, Quilmes deberá hacer cuentas y cortar clavos para no terminar en la zona roja en la que hoy se encuentra, aunque quizás con la tranquilidad de que desciende sólo uno en su zona, a diferencia de los seis que descendieron en el torneo pasado.
Sea como fuere, Quilmes apostará al trabajo de Lemos en la pretemporada, a la mejoría de los juveniles y del resto del plantel que tiene y a la llegada de dos refuerzos de renombre para intentar escaparle al descenso. Y si existen los milagros, quizás arañar mágicamente la posibilidad de entrar al reducido.



 
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