El siniestro se produjo cerca de las 18.30 del domingo, cuando un interno de la línea 324 que hacía su recorrido desde Don Bosco hacia Quilmes, presuntamente a alta velocidad, impactó con un Peugeot en el que viajaban dos chicos de 17 años, quienes también habrían circulado a gran velocidad. 

Como consecuencia de la colisión, el colectivo embistió a toda velocidad contra el muro de ladrillos de una vivienda ubicada en la esquina del accidente, arrastrando previamente un árbol, un poste de luz y una reja. Tanto el chofer de la unidad como los pasajeros y los jóvenes que conducían el vehículo resultaron con politraumatismos varios. 



En el lugar trabajaron unidades de los Bomberos de Bernal, en colaboración con agentes de Defensa Civil del Municipio y médicos del SAME Quilmes, con apoyo de efectivos de la Comisaría Octava. Tras rescatar y asistir a las víctimas, el personal de emergencias debió apuntalar la estructura de la casa, que quedó con severos daños. Tanto fue así que debieron interrumpir el tránsito en la zona, debido a los riesgos de derrumbe.



PUDO SER TRAGEDIA
“Gracias a Dios no había nadie en casa. EL colectivo pegó en el garage, ahí no hay camas ni habitaciones, pero mi hijo suele jugar con su primo en ese espacio. Podrían haber estado ahí tranquilamente”, afirmó el dueño del domicilio. 

“Cuando reanudaron la circulación del tránsito, el paso de los colectivos hizo que empezara a vibrar todo y cayó un pedazo de pared y cedió un poco el techo, entonces llamamos a Defensa Civil para que apuntalaran nuevamente la casa”, agregó.