El lugar de los elevadores se encontraba tapiado con placas de madera desde la inauguración de la obra, hace casi un año atrás. Sin embargo, en los últimos días la empresa retomó las tareas para concluir con la instalación. 

Según informaron fuentes de la empresa, la semana que viene podrían dejar listos los ascensores. No obstante, una vez concluidos los trabajos volverán a enrejar y tapiar hasta la entrega formal del final de obra al Municipio de Quilmes, quien deberá luego abrirlos formalmente. 

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Cabe recordar que éste era un reclamo vecinal importante, puesto que el paso peatonal bajo nivel resulta inaccesible para personas en sillas de ruedas o con movilidad reducida y ancianos, puesto que para pasar de un lado al otro de la ciudad se deben bajar y subir un total de 49 escalones. 



Asimismo, el intendente Martiniano Molina había asegurado que se intimaría a la empresa a colocar los elevadores ya que “están proyectados en el pliego y deberán colocarlos. Es una deuda de la empresa que será realizada”, aunque en aquella oportunidad aclaró que “en general tratan de no poner ascensores en el área del Conurbano porque son lugares que se vandalizan fácilmente, pero es parte del pliego y lo van a tener que cumplir”. 

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SEGURIDAD
Una vez entregado el final de obra, el estado en el que se mantengan los aparatos dependerá del Municipio. “Sería bueno que instalen cámaras conectadas al CUM y se vigile la zona. No sólo para proteger de roturas intencionales o de ocupas a los ascensores, sino también por la seguridad misma de quienes pasamos por ahí porque hay muchos robos en el bajo vías”, afirmó un vecino de la zona. 



En este sentido, hay que señalar que el paso ha sido vandalizado en numerosas ocasiones, con graffitis que cubren las paredes y el mural artístico que la Comuna encomendó pintar. Una vez inaugurados los elevadores la misión será impedir que les suceda lo mismo que a los del bajo vías de Amoedo – Guido, en Quilmes.