En la noche del martes, en la sede social de Guido y Paz, se desarrolló un hecho lamentable entre dos dirigentes del Quilmes Atlético Club. El vicepresidente Lisandro López y el secretario de fútbol, Sebastián Sierra, tuvieron una fuerte discusión que estuvo muy cerca de llegar a la agresión, pero que afortunadamente no pasó a mayores.

Del lado de López, la explicación fue que habría ido a abonar su cuota social y tras quedarse dialogando con empleados en el hall de administración, fue increpado y echado de mala manera por Sierra. Del lado del secretario de fútbol, la explicación fue que se trató de un tema personal porque el vicepresidente le puso a amigos de toda la vida en contra (ambos pertenecen a la Agrupación Celeste), y que López buscó provocar y “victimizarse”.

Luego de todos estos hechos y en la mañana de este miércoles, Lisandro López presentó en la sede social su renuncia “indeclinable” a su cargo como vicepresidente del club, “de efecto inmediato”.


Lo cierto es que esta discusión se da en medio de un año político y tras un distanciamiento de López del club (es vicepresidente pero se alejó del día a día por sus diferencias con el presidente Mateo Magadán), y con un directivo de su misma línea política como Sierra, pero que se mantuvo trabajando en el día a día del club como varios integrantes más de su misma agrupación.