El cuerpo de un hombre de 54 años fue hallado calcinado tras el incendio de un galpón donde funcionaría una imprenta en el barrio porteño de Boedo. Momentos más tarde se comprobó que tenía un disparo en la cabeza y que se habría tratado de un suicidio.

Fuentes policiales informaron a la Agencia Noticias Argentinas que personal de la Comisaría Vecinal 5 B de la Policía de la Ciudad se trasladó pasadas las 23 del lunes a la calle Quintino Bocayuva al 1400, luego de recibirse un llamado al 911 de una persona que indicaba que su pareja estaba con un arma de fuego y amenazaba con quitarse la vida.

En el lugar, el denunciante visualizó fuego, por lo que se solicitó también la presencia de Bomberos de la Ciudad, se evacuaron las propiedades linderas y, tras apagar las llamas, se llevó a cabo una inspección en el galpón y se observó que en un cuarto que tiene el lugar había un hombre sentado en el piso con una herida en la cabeza y un fusil entre sus manos.

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Los voceros señalaron que, además, los uniformados observaron escrituras en las paredes que presuntamente había hecho el sujeto quejándose del trato recibido por  sus compañeros de trabajo, mientras que constataron que el hombre no fue afectado por el fuego y que su muerte fue ocasionada por el disparo del arma de fuego que se presupone que se autoinfligió.

Las fuentes manifestaron que el sujeto se encontraba afectado a actuaciones caratuladas como  "abuso sexual", las cuales derivaron en una orden de allanamiento y durante el mismo se secuestró un arma (pistola Bersa Thunder 9mm), por lo cual, los pesquisas presumen que el sujeto se habría suicidado a raíz de la acusación que pesaba sobre él.