El primer tiempo fue más de lo mismo que Quilmes viene mostrando en los últimos partidos. Mucha lucha, pocas ideas y juego. De entrada pareció tener la intención de manejar la pelota, pero se fue diluyendo enseguida y no lograba ser claro más allá de tres cuartos de cancha. 

Talleres era un poco más incisivo pero tampoco generaba peligro. Así se fue un primer tiempo con un penal no cobrado para el local (Santiago Moya agarró de la camiseta en el área a Ciro Campuzano) y El Cervecero apenas se acercó con un par de remates de afuera. Con un empate lógico, se fue la primera etapa 0 a 0.

DESCUIDO, GOL Y DERROTA
En el complemento, todo seguía igual, malo y parejo. No pasaba nada y parecía que la única manera de abrir el partido era con una pelota parada, y así fue, pero para el local. Tiro libre desde la derecha al área, Nicolás Malvacio se le escapó a Matías Ferreira, metió el cabezazo, la pelota pegó en el palo derecho y se metió: 1 a 0. Talleres ganaba y obligaba a Quilmes a despertarse de su siesta. 

A los 26, dos cambios en el QAC: Ayrton Sánchez por Matías Ferreira y Lucas Alfonso por Fabián Bordagaray. Con el gol, El Cervecero iba más decidido pero sin ideas ni claridad, por lo que seguía sin generar peligro. A los 40 entraron Santiago Puzzo por Marcos Enrique, Axel Batista por Rodrigo Luna y Juan Ignacio Capano por Lautaro Parisi, buscando el milagro. Casi llega con un cabezazo del Rayo González que tapó el arquero Damián Tello. No iba a pasar nada más. El Cervecero buscó sin ideas hasta el pitazo final.

¿Y AHORA?
Derrota justa para un Quilmes que volvió a ser una sombra, no tuvo la pelota, no fue claro y llegó apenas un par de veces. Cuarta caída consecutiva y novena posición en la tabla por goles a favor, afuera del reducido. Un equipo en barranca abajo y sin frenos. ¿Hasta cuándo? El próximo domingo, por lo pronto, recibirá a Estudiantes de Caseros.